Los estudiantes del Instituto Politécnico Cardenal Sancha, ubicado en el barrio La Zurza de la capital, viven sobresaltados porque están expuestos al peligro permanente de ser atacados por menores y adultos que residen cerca del centro educativo. Por la frecuencia con que ocurren esos hechos contra los alumnos, incluso, se le solicitó a la Policía Nacional el envío de agentes para que protejan a los escolares, cuyas edades van desde los 12 a los 17 años.
Matilde Pereyra, profesora del Instituto, al dar la voz de alarma dijo que los estudiantes, el personal docente y administrativo, están desprotegidos porque no tienen policías que les cuiden.
Ellos corren riesgos dos veces: al llegar y al salir de la escuela.
Hace unos años que los estudiantes salían al mediodía a su casa y regresaban una y dos horas después al centro, pero por las situaciones incómodas que vivían decidieron que se queden en el plantel hasta su salida. Para ello se crearon ciertas condiciones para cocer alimentos que venden a RD$35 el plato. La población en ese politécnico es de 1,159 estudiantes. Algunos escolares, que salen de allí bachilleres técnicos, prefieren llevar su comida.
De lejos. La profesora dice que salen preparados para insertarse al mercado laboral. Son adolescentes que en su mayoría residen en zonas cercanas, pero mucho también llegan de lugares apartados de donde está el politécnico en la avenida Máximo Gómez con la calle San Juan de la Maguana, en el sector La Zurza.
Pereyra, maestra de logística y del área comercial, dice que curiosamente en ese politécnico hay pocos estudiantes residentes en La Zurza.
Los estudiantes, que ingresan al Instituto Politécnico a las 7:20 de la mañana y salen a las 5:45 de la tarde, provienen mayormente de sectores como Cristo Rey, Villa Mella, Villas Agrícolas, Capotillo, Las Américas y hasta de Manoguayabo, de Santo Domingo Oeste.
Los de La Zurza dicen que esto es una cárcel, que se dan muchas horas de clases, expresa la maestra para agregar: Ellos son los que atracan a los estudiantes de aquí, nosotros los orientamos para que no traigan cadenas, anillos, aretes, celulares, ni nada de valor.
Cuenta que un día un menor asaltó a un estudiante cuando llegaba a la escuela, éste le dijo: dame el dinero de tu comida que yo tengo hambre, buscátelo con los que están ahí adentro. El estudiante, un muchacho buenísimo tenía RD$200 pesos y se lo dio.
Expresa que ellos ven a los estudiantes como sus adversarios.
Dice que todos los días le quitan lo poco que llevan los muchachos al politécnico, sobre todo el dinero que llevan para su comida y para comprar los materiales de los trabajos técnicos.
La dirección y los profesores recomiendan a los estudiantes llegar más temprano al politécnico, aunque les preocupa que el mes de diciembre es mucho más peligroso porque la mañana es más oscura.
Súper poblada. La sobredemanda de estudiantes por el prestigio que tienen los politécnicos gerenciados por monjas ha provocado que se inscriban más estudiantes que los que, pedagógicamente, se acepta.
En las aulas hay hasta 55 alumnos, lo que dificulta el aprendizaje. Piden la construcción de más aulas.
Zoom
Cero embarazos
Tienen varios años que no registran embarazos en adolescentes en ese centro educativo, lo que atribuye la profesora Pereyra a que se están enfocando mucho en la educación sexual y reproductiva.
Apadrinamiento
Los estudiantes de escasos recursos económicos encuentran padrinos que se responsabilizan de cubrirles los gastos educativos.