Delincuentes convierten sector de El Café de Herrera en “un infierno”

Delincuentes convierten sector de El Café de Herrera en “un infierno”

Es un “verdadero infierno” lo que se vive en La Mina del Café de Herrera, en Santo Domingo Oeste, según expresiones de los vecinos del lugar, hastiados por la ola de atracos y asaltos perpetrados a cualquier hora, pero sobre todo, entrada la noche. En El Café residía Federico Hilario Mora, hermano de la periodista Llennis Jiménez, asesinado la noche del lunes.

Las acciones delincuenciales son tan fuertes que en tres semanas al menos cuatro personas han caído abatidas por los malhechores de la barriada, al norte de El Café, según la Junta de Vecinos La Mina.

Por todas partes.  “Atracos aquí, en la esquina de mi casa, atracos ahí, atracos en esa otra esquina, atracos allí, frente a esa otra casa, es rodeado del mismo demonio que estamos en este barrio”, expresa Alejandrina Vargas, dirigente de la Junta de Vecinos.

Dijo que da pena que un hombre de su casa y trabajador, como Hilario Mora, pierda la vida de esa manera, por las acciones de los llamados “menores”, para quienes exige caiga sobre ellos todo el peso de la ley.

Salir sin nada.  Juan Tejeda, presidente de la Junta de Vecinos Moradores Unidos, en La Mina del Café, cree que la delincuencia tiene prácticamente arropada a la población, lo que atribuye a la orfandad de autoridades.

“Aquí no se puede salir siquiera con  un anillo a la calle, menos con un celular o una cadena, porque no sabe si regresará vivo a su casa”, dijo Tejeda, indignado por la muerte de un hombre trabajador y honesto como Hilario Mora, quien precisamente cayó a pocos metros de su casa luego de regresar de sus labores.

Dijo que Hilario Mora no ha sido el único, ya que en menos de tres semanas también fueron víctimas otras tres personas, en las calles 23, 25 y Carolina (parte baja), situación que coloca la zona como inhabitable.

Bandas y drogas.   A los atracos y asaltos a mano armada se suman  los enfrentamientos entre bandas que se disputan los puntos de drogas, lo que Tejada atribuye al desamparo de las autoridades.

Lucía Alcántara, quien labora en la capilla Las Mercedes, a pocos metros de donde cayó Hilario Mora, narra que los delincuentes mantiene el barrio en zozobra, porque cuando no es asaltando, es enfrentándose por los puestos de drogas.

Lesbia Moreta considera que los moradores del lugar están acorralados, porque prácticamente conviven con los delincuentes sin que se den cuenta hasta que ocurren hechos lamentables como el del lunes.

Marina Rodríguez, esposa de Hilario Mora, apenas pudo decir algunas palabras como “que Dios perdone a los asesinos”, ya que sufre de hipertensión y estaba muy nerviosa en su hogar  de la calle Carolina No. 57. En el barrio todos los vecinos lamentaban la muerte de Federico Hilario Mora.

Zoom

El peligro

Desde que se penetra a la calle Central para dirgirse  hacia La Mina del Café, se nota  la tensión de la gente que camina mirando hacia todos los lados. Lo primero es que sobre la acera de esta vía no se puede caminar, ya que ha sido ocupada con pequeñas viviendas, porque al parecer ninguna autoridad, ni nacional ni municipal, les advirtió de que eso era una área pública. Luego la estrechez de las vías adyacentes.

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