Los robos, asaltos y atracos azotan el sector de Honduras,  ubicado en la zona sur del Distrito Nacional. No se respeta siquiera a los feligreses que acuden a misa en la iglesia Cristo Salvador, a pesar de que a pocos metros está el Plan Piloto de la Policía Nacional.

El primero en lanzar la alarma fue el párroco de esa iglesia, sacerdote Domingo Legua, quien no titubeó para denunciar contubernio entre agentes policiales con los delincuentes.

Legua, vicario de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Santo Domingo, expresó que la delincuencia ha llegado tan lejos en la zona que, mientras se celebran las misas, los ladrones le quitan las ruedas a los vehículos que  los feligreses han dejado afuera.

Asimismo,  mujeres que acuden al templo han sido víctimas en el trayecto, no importa si es temprano en la mañana, al mediodía o en la tarde, lo que mantiene aterradas a las familias que no encuentran qué hacer ante la inseguridad, explicó el sacerdote.

Lamentó que los atracos y asaltos sucedan a pocos metros de un destacamento de la Policía Nacional, lo que estima llama poderosamente a sospecha de que estarían involucrados.

“¿Quién me dice a mí que no son agentes camuflados, que conocen la hora, el entorno,  que no hay vigilancia?, ya uno está habituado a tantos robos, sabiendo que muchos son de ellos”, precisó el padre Legua.

Por experiencia.  Expresó que viene de barrios como Las Cañitas, por lo que conoce cómo actúan los agentes de la  Policía, quienes acuden tras los traficantes a cobrar “peajes”.

“Esta es una de las grandes cosas que nos ha dejado Leonel Fernández: una inseguridad total y absoluta, además del hoyo de 203 mil millones”, indicó.

Señaló que cuando un sacerdote se refiere a un tema como este, salud, educación y de pobreza hay que hacerle caso, ya que reciben diariamente informaciones de la feligresía.

De su lado, el taxista Miguel Burgos, quien tiene su centro de operación en los alrededores del Plan Piloto, señaló que es frecuente la presencia de asaltantes en la zona, sobre todo en motocicletas, situación que mantiene el pánico en ese y otros lugares vecinos.

Bernardo Marte expresó que si en el día es peligroso para quienes salen de sus hogares, en la noche hay un toque de queda obligatorio en el área, debido a que la oscuridad es la mejor aliada de los delincuentes. Citó que frente a un edificio de la calle Tomás Lozano esquina Correa y Cidrón, detrás de una caseta de cafetería, en la noche se practican hasta actos sexuales, aprovechando a la oscuridad y falta de vigilancia. Lo mismo ocurre en las calles 15 y General Antonio Duvergé, donde las bombillas son adornos para el día, ya que en la noche no funcionan, lo que hace más inseguro el sector.

Beneranda Marte, coordinadora de la escuela Antonio Duvergé, en Honduras, confirmó el estado de inseguridad, ya que varias profesoras y estudiantes han sido asaltadas llegando o saliendo del plantel.