Delito y modelo penitenciario

Delito y modelo penitenciario

En el país hemos visto multiplicarse el delito. Esto se percibe en el diario vivir y en el hecho de que las cárceles están llenas, sobre todo de internos preventivos. Cada dominicano ha sido afectado en algún momento, directa o indirectamente, por un acto delictivo. Contra esto existe una máquina de represión en la que actúan la Policía, el Ministerio Público y la Justicia. La consecuencia que el delito acarrea a su autor es el encierro y eventualmente penas económicas. No más de ahí.

La multiplicación del delito es la mejor muestra de que el modelo para controlarlo ha fracasado. El hecho de que haya un asombroso grado de reincidencia indica que en el proceso de sanción no se ha incluido  nada que procure regenerar la mentalidad del reo, ni medios, como una preparación técnica, para que se integre a la sociedad como un ente productivo. La persona entra a la cárcel siendo delincuente y sale siendo lo mismo, y tal vez más ducho en las malas artes por el intercambio de experiencias con otros presos.

El Estado tiene que trabajar para modificar este modelo. Debe crear programas de verdadera regeneración, como forma de restar precursores de delito. Es necesario un esfuerzo serio por rescatar a esos individuos y transformarlos en útiles. Ya está visto que el castigo puro y simple no es suficiente para pulir la conducta del delincuente.

Dengue y cólera entre niños

Los hospitales de la ciudad atendieron en el fin de semana un elevado número de casos de niños, unos con   fiebre alta y otros con diarrea y los médicos consultados por este diario coincidieron en señalar que en el 60 por ciento de los casos febriles se sospechaba que se trata de dengue. Esta enfermedad ha estado azotando desde hace meses, pero sobre todo después de las lluvias arrojadas por la tormenta Sandy. Los casos de diarrea hacen temer presencia de cólera, según los mismos médicos.

 Bajo estas circunstancias, los médicos aconsejan que los padres se abstengan de medicar por cuenta propia a sus hijos con esos cuadros febriles y diarreicos, y que acudan al médico cuanto antes, para evitar empeorar la situación. El Ministerio de Salud Pública deberá involucrar a la gente y así  fortalecer el trabajo preventivo para evitar una mayor propagación de estas dos enfermedades.

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