Sánchez. Samaná. Luego de cuatro años de haberse iniciados, con dos años paralizados, los trabajos de construcción de un complejo habitacional para alojar a los habitantes de cuatro sectores que perdieron sus viviendas a causa de derrumbes en esta ciudad, todavía no han sido concluidos, denunciaron organizaciones de las comunidades afectadas.
Los apartamentos beneficiarían a las familias que fueron trasladadas de los sectores Johnson, La Torre, Altamira y calle Independencia.
Las federaciones de Pastores e Iglesias Envangélicas y de Juntas de Vecinos demandaron del gobierno la terminación cuanto antes del proyecto, a fin de que esas familias puedan retornar a casas seguras.
Los pastores Agapito Frías, Moisés King, Isaías Montero, Elba de Jesús y Juan E. Moya, así como los señores Polibio Almonte, Bernardo Martínez, Narcizo Polanco y Eugenia Esteban señalan que cientos de familias que fueron afectadas por estos derrumbes, a las cuales se les prometió el pago de alquiler de las viviendas donde habitan actualmente, hasta que se concluya el proyecto habitacional, aún están a la espera de que terminen los trabajos, los cuales se encuentran paralizados, sin ninguna explicación.
Precisan que esas familias se encuentran desesperadas, ya que muchas han tenido que irse a vivir a casas de familiares, porque no les han pagado los alquileres de las viviendas, como les prometieron funcionarios del gobierno.
Asimismo, las entidades demandan la construcción de un acueducto, un local para la Policía y una ambulancia para el hospital municipal Doctor Alberto Gautreaux, ya que el cento asistencial no cuenta con este servicio.
Además, la creación de la escuela vocacional, una extensión de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y la reconstrucción de la avenida Independencia, la cual se encuentra casi mente destruida a causa de los derrumbes, ocasionados por las fallas tectónicas existentes en la zona.
Pidieron la intervención del presidente Leonel Fernández, quien les prometió en el año 2005 la solución definitiva de estos problemas.
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El proyecto
En el año 2005, cuando se iniciaron los derrumbes de viviendas y destrucción de varias calles, 310 familias resultaron afectadas. En aquella ocasión el Presidente de la República ordenó, a través del Instituto Nacional de la Vivienda (INAVI), la construcción de este complejo habitacional para alojar a los afectados, a un costo de RD$340 millones, el cual se inició en un espacio de 11 tareas, adquiridas a un costo de RD$20 millones. En la actualidad se construyen 191 apartamentos ubicados a la salida de este municipio. La obra se encuentra paralizada desde hace dos años, desconociéndose los motivos.