Demandan terminen la construcción de mercado

Demandan terminen la construcción de mercado

POR GERMAN MARTE
Comerciantes y moradores de Villa Consuelo demandaron ayer la terminación del mercado público de ese sector cuya construcción se inició hace doce años, y debido al estado de abandono en que se encuentra se ha convertido en una guarida para delincuentes.

Dijeron que en el año 1993 fueron llevados al lugar que hoy ocupan en la calle Peña Batlle con la promesa de las autoridades de entonces de que sólo estarían allí por ocho meses, pero ya han pasado tres gobiernos y todavía no terminan la obra.

La obra, cuyo costo se estima en más de RD$40 millones de pesos, está terminada en más de un 70%, pero los trabajos están paralizados desde hace diez años, mientras los comerciantes de la plaza permanecen hacinados en un reducido espacio al lado del Club profesor Rafael Barias, sin ninguna higiene.

Pero no todos se quejan por el abandono de la obra: muchos delincuentes, violadores y drogadictos tienen allí una excelente guarida, donde imponen las reglas del juego, pues las autoridades policiales temen penetrar hasta allí, según denuncia de los comerciantes.

«Esa obra la han dejado abandonada. Eso es un desorden, ahí se esconden delincuentes, drogadictos y atracadores. Por eso le estamos pidiendo al gobierno que venga en nuestro auxilio y termine esta obra», manifestó el comerciante David Ramos.

Afirmó que fruto del retraso en la terminación de la obra, han quebrado entre el 50 y el 70% de los comerciantes que operaban alrededor y dentro del mercado, debido a las condiciones adversas en que se desenvuelven.

Dijo que en el pasado gobierno de Leonel Fernández reiniciaron los trabajos pero luego los abandonaron, pues las autoridades alegaban que la misma era responsabilidad del ayuntamiento, mientras los del cabildo afirmaban que correspondía al gobierno central.

En tanto que durante el gobierno de Hipólito Mejía también se echó al olvido la construcción mientras el deterioro de la edificación se hacía cada vez más progresivo y evidente.

«Por eso estamos pidiendo pacíficamente al gobierno que venga en nuestro auxilio antes de que se arme una revuelta en el barrio en reclamo de que se concluya la construcción del mercado», manifestó Ramos.

De su lado, Sada Gerda, de la Junta de Vecinos «Mamá Tingó», dijo que las amas de casas de Villa Consuelo ya no soportan la situación de abandono del mercado por lo que pidió al gobierno terminar la obra a la que definió como «una ruina nueva».

Afirmó que las mujeres del barrio tienen miedo de pasar cerca del mercado debido a que este se ha convertido en una guarida de delincuentes, donde venden drogas, atracan y agreden a cualquiera.

La dirigente comunitaria definió como infrahumana las condiciones en que los comerciantes del mercado de Villa Consuelo realizan sus labores.

Destacó que Villa Consuelo es el barrio más productivo del Distrito Nacional, donde la gente puede conseguir desde un limón, una hoja para un té hasta una puerta para un carro, «pero está semiparalizado por el abandono del mercado».

Lenin García, tesorero de la Fundación Pro-Desarrollo de Villa Consuelo dijo que la comunidad ha agotado diferentes recursos y estrategias para llamar la atención de las autoridades gubernamentales y municipales para que terminen el mercado, pero no han tenido éxito.

Destacó que el abandono de la obra afecta todo el entorno, incluida la escuela que funciona en el local del Club Rafael Barias, cuyos alumnos aveces tienen que ser despachados debido al mal olor que sale del mercado.

El dirigente comunitario resaltó que la terminación de la obra contribuirá a mejorar las condiciones de vida del barrio.

Arismendy Taveras, comerciante, expresó que hace doce años que los tiraron al lugar «como si fuéramos animales y nos han dejado abandonados».

«Ya esto no es mercado, esto es una ruina. Cuando llueve uno no haya ni por donde salir», dijo Taveras, quien afirma que debido a las precarias condiciones del lugar, las ventas han descendido considerablemente, «ya esto no es un mercado, esto es un ventorrillo».

De su lado, el también comerciante Félix Peña dijo que en el mercado de Villa Consuelo no hay ni siquiera baños para hacer sus necesidades.

«Aquí no hay sanitario. Hacemos las necesidades en funditas y muchas veces nos la tenemos que llevar para nuestras casas, porque aquí no hay donde botarla», se quejó el comerciante.

Advirtió que agotarán todos los recursos pacíficos para que atiendan su demandan, pero si no los atienden podrían tomar otras medidas, porque ya están cansados.

 

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