MADRID, España. Transitar por las principales calles de la capital española en estos días es una verdadera odisea. Son muchos los que prefieren escoger lugares menos concurridos, pues el centro es una locura, con un mar de gente caminando de un lado a otro como si el mundo se fuera a acabar.
Madrid se ha convertido en un lugar pequeño en relación con la multitud que la recorre a todas horas.
No importa el sector: puede ser por Princesa, Paseo del Prado, Recoletos, la Gran Vía, La Castellana, Atocha, Serrano… el gentío está por doquier, y es realmente abrumador, sobre todo a partir de las 5:00 de la tarde, que es cuando todo el mundo decide salir al mismo tiempo abarrotando los lugares de ocio, que en estos días han estado por reventar, sobre todo aquellas cafeterías con televisores que transmiten los partidos de fútbol más importantes, de la Liga o la Champion… Por cierto, tenemos a un hispano dominicano, Mariano, que se destaca en el Real Madrid, y ha goleado en los últimos partidos, algo que podría hacer más a menudo si llegara a ser titular, un hecho que alegraría a muchos dominicanos, sobre todo tomando en cuenta la importancia a nivel mundial de este deporte, que en los últimos años entusiasma a los dominicanos seguidores del Real Madrid y del Barsa.
La semana pasada hubo dos puentes, uno por la Constitución, y otro por la fiesta de la Inmaculada Concepción.
Una semana de fiestas que llevó a doce millones de españoles a desplazarse por todo el territorio de ese país, un indicio de que la economía se fortalece, pues solamente en empleos de servicios durante las Navidades han subido en un millón, que reforzarán a empleados fijos por la gran demanda, principalmente en supermercados, donde la gente está comprando todo lo de la cena navideña, juguetes Santa Claus y Reyes con tiempo adelantado bajo el pretexto de que luego los días cercanos a las fechas festivas suben los productos casi al doble.
Los españoles se han convertido en consumistas al extremo. Solo hay que visitar los centros comerciales para darse cuenta de ello.
Lo bueno es que son solidarios con aquellos que nada tienen. En las entradas de los supermercados entregan a los representantes de los bancos de alimentos, donaciones de comestibles para que los pobres también disfruten.