Beijing

Supuestamente este sería el año en que nada pasaría en China.

Con una transición de liderazgo de una vez cada 10 años que está programada para el otoño, la mayoría de los analistas pensaba que el comercio de trastienda mantendría cualquier iniciativa política en un segundo plano hasta que la próxima generación hubiera asumido de manera segura las riendas del poder.

Esa suposición ha demostrado ser espectacularmente errada en las últimas semanas cuando el partido ha estado inmerso en la mayor agitación política desde la masacre Tiananmen Square de 1989.

Resulta que en la era de la información las batallas feroces que solían ser resueltas detrás de las paredes carmesí del liderazgo Shonghanhai en el centro de Beijing ya no puede ser cubiertas con una reconfortante pantalla de unidad pública.

Gracias al poder de los microblogs Weibo, que cuenta con tantos usuarios como la población de EEUU, la caída de Bo Xilai, uno de los políticos más poderosos de China, ha avanzado en tiempo real durante los últimos dos meses.  Mientras Bo espera su destino en una villa de la localidad costera de Beidaihe, se ha vuelto evidente para una ansiosa nación que se divide que existe dentro de la élite gobernante.

Pero en vez de resultar en la parálisis política que muchos habían pronosticado, la agitación política parece haber provocado reformas financieras largamente estancadas.

Señales tentativas han comenzado a unirse en un mapa de ruta de reformas más concretas que parecen apuntar a forzar el anticuado y “difícil de manejar” sistema financiero hacia una trayectoria más eficiente.

Conduciendo el cargo está Wen Jiabao, el primer ministro, quien había sido criticado durante la pasada década por su incapacidad o inhabilidad de impulsar la reestructuración política y económica.

En la radio china, Wen habló sobre “romper el monopolio” de los bancos que son propiedad del estado que dominan el sector financiero y cuyos ingresos llegan “demasiado fácil”.

Su retórica parecía destinada a llevar adelante las reformas de tasas de interés que eventualmente eliminarían el límite sobre las tasas de depósitos y un piso sobre las tasas de préstamos que le garantizan a los bancos un ingreso saludable. 

La liberalización de la tasa de interés es un paso adelante hacia la plena convertibilidad del renminbi chino y sobre este frente ha habido una evolución. 

La semana pasada, la oficina de Wen dijo que el gobierno estaba considerando permitir a los ciudadanos y a las empresas de la rica ciudad oriental de Wenzhou a hacer inversiones internacionales directas, un cambio que erosionaría los estrictos controles sobre los flujos de capital transfronterizos.

En los últimos días, el regulador de valores de China anunció que casi triplicaría la cantidad de inversionistas extranjeros que invertirían en los mercados de capital del país que permanecen fuera de los límites del mundo exterior.  Cada uno de estos movimientos puede parecer incremental, pero, combinados con una serie de otros ajustes, ellos se sumarían al comienzo de un nuevo acuerdo.

Algunos analistas indican que Wen está usando las reformas como armas para atacar la nebulosa de “intereses creados” que maquilla sus más poderosos enemigos políticos. Otros dicen que él está haciendo una propuesta para el apoyo de elementos poderosos dentro del partido que quiere una liberalización económica y financiera. 

Pero el argumento más convincente es que Wen y muchos de sus colegas han decidido que sin una fuerte agenda de reformas y un cambio en la dirección, la crisis política y económica es inevitable. 

En un sarcástico artículo del periódico The Diplomat, Minxin Pei, un prominente académico, argumentaba que la “esclerótica orden de autoritario capitalismo crónico” ha guiado a la reemergencia de muchas de las condiciones socio-políticas para producir una crisis al estilo Tiananmen”.

Este dicho es común entre los que vivieron los tumultuosos acontecimientos de 1989, la última vez que el partido estuvo tan fracturado como está ahora. Entonces el detonador, el fatal infarto del desgraciado, pero popular líder Hu Yaobang el 15 de abril de 1989, fue un hecho que parecía muy improbable que encendiera una revuelta como la auto-inmolación de un descontento vendedor de frutas de Tunes a finales del 2010.

Zoom

Nada pasaría

1. Supuestamente este sería el año en que nada pasaría en China. Con una transición de liderazgo de una vez cada diez años que está programada para el otoño, la mayoría de los analistas pensaba que el comercio de trastienda mantendría cualquier iniciativa política en un segundo plano hasta que la próxima generación hubiera asumido  el poder.

2. Esa suposición ha demostrado ser  errada en las últimas semanas cuando el partido ha estado inmerso en la mayor agitación política desde la masacre Tiananmen Square de 1989.

Director Yahoo reduce 2,000 empleos para hacerla más ágil

Richard Waters

Yahoo ha develado la reducción de empleos más radical en su historia de 18 de años, marcando el primer movimiento por parte de Scott Thompson, su nuevo director ejecutivo, para revolucionar la empresa de portal de Internet de Estados Unidos.

Algunos 2,000 trabajadores, o un 14% del total del personal, perderán sus empleos en las últimas y más drásticas de un número de recientes reestructuraciones que hasta el momento han fracasado en reactivar el crecimiento bajo una sucesión de directores ejecutivos.

Las pérdidas de empleos anunciadas siguen a una revisión de dos meses en la cual Thompson puso en claro que estaba planeando reducir grandes segmentos de las operaciones de Yahoo, aunque él también había enfatizado un retorno al crecimiento como la única oportunidad de la empresa de quedar entre las principales compañías de Internet.

Después de ajustar las subcontrataciones de su empresa de búsqueda para Microsoft a finales de 2010, los ingresos de Yahoo apenas fueron cambiados de su nivel de 2006, un periodo que ha visto rápido crecimiento en Google y, más recientemente, en Facebook.

En una declaración, Thompson dijo que las pérdidas de empleos fueron parte de lo que se necesitaba hacer a Yahoo  para hacerla “más pequeña, más ágil, más rentable y mejor equipada con el fin de innovarse tan rápido como lo requirieran nuestros clientes y nuestra industria”.

Sus comentarios también indicaron que la reestructuración dirigiría a una organización más ágil y que Yahoo reduciría nuevamente su actual gama de servicios para concentrarse en aquello con mejor potencial para el crecimiento.  En un e-mail a los empleados de Yahoo, Thompson describió los servicios en los que la compañía enfocaría sus esfuerzos como “medios de comunicaciones básicos” indicando que esta solamente proveería aquellos donde éste creyera que sería “mejor en clase”. Carol Bartz, quien fue despedida como directora ejecutiva el año pasado, ya había reducido la gama de servicios de Yahoo. Los comentarios de Thompson parecieron confirmar los reportes de que Yahoo está planeando desbandar su gran grupo de desarrollo de productos centralizados, ofreciendo más control para las unidades más pequeñas con el objetivo de acelerar la creación de nuevos servicios.  La reducción de costos era necesaria para llevar a Yahoo más en línea con otras compañías de Internet, dijo Scott Kessler, analista de S&P Capital IQ. La cantidad de ingresos y beneficios netos que esta genera por empleado es solo la mitad del promedio que producen otras compañías de Internet.  Yahoo pronosticó que las reducciones producirían ahorros anuales de $375 millones, aunque  guiarían a un cargo pre-impuestos de $125m-$145m en sus resultados del segundo trimestre que reflejarían los costes de los despidos. Yahoo daría en este mes más detalles sobre la reorganización.

La frase

Scott Thompson, director ejecutivo Yahoo

Las pérdidas de empleos fueron parte de lo que se necesitaba hacer a Yahoo  para hacerla más pequeña, más ágil, más rentable y mejor equipada con el fin de innovarse tan rápido como lo requirieran los clientes”.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA