Demócratas votan contra
planes de Bush en Irak

<strong>Demócratas votan contra<br/>planes de Bush en Irak</strong>

Washington (EFE).- Solo horas después de que el presidente de EEUU, George W. Bush, les pidiera apoyo para reforzar las tropas en Irak, los demócratas aprobaron ayer en el Senado una moción de rechazo a su plan, que no es vinculante pero que también respaldan algunos republicanos.

El texto, aprobado por el Comité de Exteriores del Senado por 12 votos a favor -incluido un senador republicano-, y 9 en contra, precisa que el envío de más soldados a Irak “no es de interés nacional”.

Uno de sus promotores, el presidente del Comité y aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joseph Biden, explicó que esta iniciativa, que es más bien testimonial, no persigue “incomodar al presidente o demostrar su aislamiento”, sino que “es un intento de evitar que el presidente comenta un error significativo”.

En términos similares se pronunció el republicano de mayor rango en el Comité, Richard Lugar, al afirmar que “este voto no obligará a nada al presidente, pero confirmará a nuestros amigos y aliados que estamos divididos y en una situación confusa”.

Lugar ha sido uno de los más críticos con las propuestas planteadas por Bush, y también uno de los más escépticos ante la posibilidad de que alguien pueda convencerle para que cambie de opinión.

“No me queda claro cómo la aprobación de una resolución no vinculante que el presidente ya ha dicho que ignorará, puede contribuir a una mejora o modificación de nuestra política en Irak”, aseguró.

Lugar no es el único republicano que ha planteado públicamente sus reservas al plan de Bush, aunque tanto él como la mayoría de sus correligionarios votaron en contra de la resolución.

El único que sumó a los demócratas en la votación fue el senador Chuck Hagel, quien considera que el conflicto de Irak se ha convertido en “el asunto más divisorio en este país desde Vietnam” y hay que abordarlo cuanto antes.

A su juicio, “no hay estrategia” y la situación actual en Irak se ha convertido en “un juego de ping-pong con las vidas de estadounidenses”.

“Más nos vale estar seguros de lo que hacemos, todos nosotros, antes de poner a otros 22.000 estadounidenses” en el terreno de batalla, alertó.

Una vez pasado el trámite en el Comité, los demócratas van a remitir esta resolución al pleno de la Cámara Alta, para su debate y posterior votación, previsiblemente la próxima semana.

La de hoy no es la única iniciativa que se discute en el Senado para intentar frenar la nueva estrategia de Bush, algo que también pretenden hacer algunos legisladores con propuestas similares en la Cámara de Representantes.

El senador republicano John Warner ha redactado otra resolución que también rechaza el envío de 21.500 soldados propuesto por Bush, aunque avalaría un refuerzo menor para las tropas que actualmente cumplen su misión en el país árabe.

El demócrata Russ Feingold es partidario, sin embargo, de ir más allá y frenar como sea la estrategia del presidente.

La mejor manera de hacerlo, a su juicio, pasa por la aprobación de una propuesta legislativa con la que se bloqueen los fondos para la guerra.

Feingold cree que el comité se ha quedado corto en su respuesta a los planes de Bush, e incluso reprocha a sus compañeros el hecho de que “una vez más” se hayan dejado “intimidar” por la Casa Blanca para no ejercer sus auténticos poderes y responsabilidades.

El debate de hoy en el Comité de Exteriores del Senado es sólo el inicio de la ofensiva lanzada por la nueva mayoría demócrata en el Congreso, que ha hecho oídos sordos a la petición que el martes le formuló el presidente en su discurso sobre el Estado de la Unión.

“Nuestro país sigue una nueva estrategia en Irak y les pido que le den una oportunidad para funcionar”, dijo Bush en una alocución marcada por un tono conciliador en la que, al mismo tiempo, dejó claro que no piensa ceder en sus planes de enviar más soldados a Irak.

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