Democracia desilusiona

Democracia desilusiona

El cardenal de Honduras, Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, dijo ayer que los gobiernos latinoamericanos deben reflexionar sobre sus acciones porque los pueblos están insatisfechos con el tipo de democracia en que viven y sugirió un cambio porque no pueden seguir engañando a la población.

Para vivir en democracia se necesita educarse para la democracia, planteó Rodríguez Maradiaga, y estimó que la democracia no es simplemente ir a votar a las urnas, sino participar durante el gobierno.

El Cardenal hondureño habló con los periodistas antes de la ceremonia de ordenación de cuatro sacerdotes salesianos durante un acto en el colegio Quisqueya, en la avenida 27 de Febrero.

Dijo que las Naciones Unidas publicaron un estudio sobre la América Latina en el que aparecen datos preocupantes, entre los que citó que el 52% de la población preferiría un régimen distinto a la democracia contar que funcionara la economía.

Manifestó que en el sistema democrático actual, pasadas las elecciones, ya el pueblo no tiene posibilidad de intervenir y muchas veces los gobiernos se disparan y no se cumplen las metas sociales que se habían fijado.

Expresó que por esa razón se está en una encrucijada difícil y destacó que antes en América Latina los golpes militares los daban los militares pero ahora los da la sociedad civil, los grupos populares.

Entiende que la política tiene que cambiar, ya que no se puede seguir engañando a los pueblos, prometiendo mares y montes durante campañas políticas y después no cumplir.

Dijo que los pueblos necesitan resultados y los resultados están cuando en lugar de buscar el bien particular de grupos o de partidos se busque el bien común.

La Iglesia, dijo Rodríguez Maradiaga, tiene una misión importante ya que la doctrina social de la Iglesia es el principio para que los políticos puedan reencontrar el norte.

Sin embargo, dijo que no se puede prescindir de los partidos políticos ya que son necesarios para que funcione la democracia, pero que los partidos deben ser grupos que buscan poder para servir y para el bien común y no para servirse.

Expresó que no es una bomba para mucho tiempo porque ya han estado explotando y que incluso gobernantes han sido depuestos, entre los que citó a Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela, lo que significa que ya no se puede engañar a los pueblos, sino que deben darse resultados concretos.

Aunque monseñor Rodríguez Maradiaga estimó que la situación internacional es muy complicada y difícil, especialmente para los países pobres que no tienen petróleo, pero aún así los pueblos reclaman soluciones.

Dijo que el petróleo está estrangulando muchas economías y por eso es que se deben buscar soluciones de acuerdo al bien común.

Manifestó que se está viviendo un mundo globalizado en el cual América Latina está quedando como los únicos desintegrados y advierte que es imposible pensar que se puede entrar en la globalización económica desintegrados y destruidos.

Puso como ejemplo a Europa, que fue separada por ideologías, nacionalidades, lenguas y guerras, pero ha logrado unirse, mientras que los latinoamericanos, que tienen una herencia común de los próceres de la independencia, lengua común, religión común, no consiguen unirse, lo que demuestra una de las debilidades.

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