Demócratas critican discurso Bush

Demócratas critican discurso Bush

Washington (EFE).- El discurso sobre Irak del presidente George W. Bush ha recibido un aluvión de críticas demócratas por sus constantes alusiones a los atentados del 11-S y su negativa a enviar más tropas, mientras la Casa Blanca sigue defendiendo su estrategia.  En una serie de comparecencias televisivas hoy, miércoles, varios legisladores demócratas acusaron a Bush y a la Casa Blanca de aprovecharse de los atentados del 11 de septiembre de 2001 para justificar la guerra de Irak.

En su discurso a la nación de la noche del martes, el presidente mencionó en media docena de ocasiones directamente los atentados, y aludió a ellos de manera indirecta varias veces más para argumentar que la manera de evitar que esos ataques se repitan es continuar la guerra en el país árabe.

Esas afirmaciones han causado la ira de la oposición demócrata, que recuerda que la razón esgrimida por la Casa Blanca para ir a la guerra hace dos años fue la supuesta existencia de armas de destrucción masiva en Irak.

La comisión encargada de investigar los atentados del 11-S concluyó que no existían indicios de una colaboración entre el régimen iraquí de Sadam Husein y la red terrorista Al Qaeda.

La líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, afirmó que «las frecuentes referencias del presidente a los ataques terroristas del 11-S demuestran la debilidad de sus argumentos. Está dispuesto a explotar el territorio sagrado del 11-S, sabiendo que no hay ninguna conexión entre esos atentados y la guerra en Irak».

En declaraciones a la cadena CBS, el senador demócrata Christopher Dodd dijo: «lamento que el presidente siga tratando de vincular el 11-S con esto (la guerra en Irak)».

«Yo voté a favor de ir a la guerra a causa de las armas de destrucción masiva. Había muy pocas pruebas, más bien ninguna que yo haya visto y que sea creíble, de que Sadam Husein apoyara a Osama bin Laden», el líder de Al Qaeda, declaró Dodd.

El también senador y ex candidato demócrata a la presidencia John Kerry indicó por su parte que Bush «ha cambiado completamente la justificación (de la guerra), de las armas de destrucción masiva ha ido a la justificación de democratizar Irak, y ahora habla de que es la cuna del terrorismo».

«Se ha convertido en una cuna del terrorismo porque las tropas estadounidenses están ahí, y se ha convertido en una cuna del terrorismo desde la invasión», agregó Kerry.

Tanto Dodd como Kerry criticaron la negativa del presidente, también formulada en su discurso, a enviar más tropas a Irak, donde ya se encuentran casi 140.000 soldados estadounidenses.

A esas críticas se han sumado también algunos legisladores republicanos, como el senador John McCain, quien apuntó que desde el principio no ha habido suficientes soldados sobre el terreno «y ésa sigue siendo la situación».

La Casa Blanca, por boca de su portavoz, Scott McClellan, rechazó hoy las acusaciones demócratas y alegó que Bush sacó a relucir los atentados no como causa de la guerra sino para resaltar la importancia de optar por la ofensiva a la hora de hacer frente a los terroristas.

«Lo que el presidente dijo en su discurso es que los terroristas han hecho ahora de Irak un frente central de la guerra contra el terrorismo», indicó el portavoz.

Varios legisladores republicanos han salido en defensa del discurso del presidente.

En declaraciones a la cadena televisión CNN, el congresista republicano Robin Hayes aseguró que ha visto pruebas de la relación entre Sadam Husein y Al Qaeda y declaró que «hay pruebas por todas partes. Nosotros tenemos acceso a ellas y, desafortunadamente, otros no».

Aunque el discurso del presidente tenía oficialmente el motivo de conmemorar el primer aniversario de la devolución de la soberanía a los iraquíes, también se trataba de un intento de la Casa Blanca por defender su estrategia ante la escalada de la violencia en el país árabe.

Más de 1.740 soldados estadounidenses han muerto en Irak desde el comienzo de la guerra, en marzo de 2003.

Según Bush, el sacrificio al que Estados Unidos se está sometiendo no sólo «merece la pena», sino que es «vital» para su seguridad.

«Estamos eliminando una fuente de violencia y de inestabilidad», insistió el presidente, quien dejó claro que no piensa variar el rumbo y EEUU mantendrá su presencia «mientras hagamos falta».

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