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BOSTON, EEUU (AFP).- Unidos como pocas veces bajo el objetivo de destronar a George W. Bush, los demócratas iniciaron este lunes su convención nacional, cuatro días de fiesta y política para intentar convencer a los estadounidenses de que el país estará más seguro si es liderado por John Kerry.
Casi 5.000 delegados de todo el país y 15.000 simpatizantes demócratas inundaron el centro de Boston (Massachusetts, este), la ciudad de Kerry, confiados en que ganarán las elecciones presidenciales del 2 de noviembre.
«¿No estaríamos más seguros con un Presidente que no insistiera en confundir a Al Qaida con Irak?», preguntó en su discurso Al Gore, ex vicepresidente durante el gobierno de Bill Clinton y ex candidato presidencial demócrata.
«¿No es obvio que la manera en que esta guerra ha sido manejada por el gobierno nos ha metido en serios problemas?», insistió.
Kerry «tiene el coraje, la integridad y el liderazgo para ser verdaderamente un gran presidente de Estados Unidos», aseguró Gore, que perdió frente a Bush en el año 2000 por 537 votos en el Estado de Florida (sur).
La convención «demostrará a todos los estadounidenses que con John Kerry y John Edwards en la Casa Blanca nuestra nación y nuestra gente serán de vuelta fuertes en casa y respetadas en el mundo», dijo el presidente del Partido Demócrata, Terry McAuliffe, al dar inicio a la fiesta.
Medidas de seguridad inéditas han tornado a Boston en una fortaleza resguardada por unos 3.000 policías, sobre todo en torno al lugar de la convención, el centro deportivo FleetCenter, convertido en una suerte de gran torta roja, blanca y azul decorada con gigantescas escarapelas y banderas estadounidenses.
Para proteger la mayor celebración política que se realiza en Estados Unidos desde los atentados del 11 de setiembre de 2001 de un nuevo ataque de la red terrorista Al Qaida, la policía cerró más de 55 km de calles y carreteras, levantó barricadas y ubicó a francotiradores en las alturas.
La pintoresca vestimenta de algunos delegados -como enormes sombreros tricolores de los cuales cuelgan burros, símbolo de los demócratas, o chaquetas tapizadas de prendedores que advierten que «Bush miente» y defienden el aborto y el matrimonio gay- acaparan todas las miradas.
Los demócratas quieren aprovechar la oportunidad para revitalizar la imagen de Kerry y hacerlo conocido en todo el país, mostrándolo como un líder valiente y capaz gracias a su coraje en la guerra de Vietnam y su experiencia de 20 años en el Senado.
«He sangrado por mi país», recordó Kerry el domingo, en una entrevista con el diario The New York Times.
Los encargados de presentar a Kerry son sus compañeros en Vietnam, su familia y varias estrellas demócratas como la senadora Hillary Clinton y los ex presidentes Bill Clinton y Jimmy Carter, que hablarán esta noche a partir de las 21H00 local (01H00 GMT del martes), en la hora de mayor audiencia televisiva.
«Al final de estos cuatro días quiero ver al Partido Demócrata energizado, detrás de Kerry, en una carrera de 99 días para llevarlo a la Casa Blanca», dijo a la AFP Milton Bond, un delegado de Milwaukee (Wisconsin) de 41 años.
Los demócratas han prometido que la convención no se convertirá en un largo ataque contra Bush. Pero algunos delegados como Susan Pratt, una enfermera de 37 años de Toledo, Ohio, cree que las críticas al presidente serán «inevitables».
Bush, debilitado por la guerra en Irak y por haber dicho que el país contaba con armas de destrucción masiva para justificarla, aunque éstas nunca fueron halladas, está por debajo de Kerry según la última encuesta del New York Times, que le otorga 44% de la intención de voto, contra 49% para Kerry.
«Ya estamos cansados de pura guerra. ¿Muchos muertos pa» qué? No hemos ganado nada con ella», dijo a la AFP el delegado Manny Rodríguez, de 55 años, un veterano de Vietnam que reside en Denver, Colorado.
«Apoyo a nuestros soldados, pero no la guerra en Irak», dijo Pratt, resumiendo la opinión de la enorme mayoría de los delegados.
