Demografía de la inequidad

Demografía de la inequidad

¿Cuáles factores determinarían que en tan solo dos años la  población penitenciaria del país haya aumentado un 50? El procurador general de la República, Radhamés Jiménez, ha alertado sobre esta realidad que, a nuestro juicio, parece estrechamente relacionada con los efectos de la inequidad imperante en nuestra sociedad. Que haya crecido el número de presos podría deberse a una mayor efectividad de la Justicia ante una mayor incidencia del activismo delictivo, pero el hecho de que haya más delincuentes tiene, a fin de cuentas, motivaciones sociales difíciles de ocultar que son, a la vez, consecuencia de la falta de oportunidades de formación integral y acceso a fuentes de trabajo.

En un país en el que no ha habido mejora significativa en la efectividad de la administración de  Justicia el aumento de un 50% en la población penitenciaria en tan solo dos años tiene graves connotaciones. Y que conste, que  el incremento coincide con una etapa en que se ha hecho más fácil la obtención de la libertad por parte de la gente inculpada de delitos y crímenes, a tal grado que se ha llegado a decir que la Justicia protegería más los derechos de los delincuentes que los de sus víctimas. No hay hasta el momento una explicación convincente que desligue de las causas señaladas este incremento de la población carcelaria. Estas cifras preocupantes son la verdadera demografía de la inequidad.

 

Un juicio para la historia

La credibilidad de la Cámara de Cuentas ha estado permanentemente en entredicho. Un pecado de origen que enloda su prestigio es el grado de contaminación  política que se le supone a los procedimientos de selección de sus miembros. Esto ha sido agravado en los últimos tiempos por un escándalo de mutuas imputaciones entre sus miembros a través de los medios de comunicación.

El juicio político seguido en el Senado a los miembros de la Cámara de Cuentas no decolora las manchas del pecado de origen pero, al menos, no deja pasar por alto el agravamiento del descrédito del organismo encargado de fiscalizar las cuentas nacionales. La renuncia de ocho y cancelación del noveno  de sus integrantes es la conclusión de un juicio que deberá sentar  jurisprudencia. El escándalo no podía quedar sin castigo. Ahora falta trabajar para despolitizar y hacer idóneos  los procedimientos de  selección de sus miembros.

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