Para las elecciones de este domingo todos debemos acudir a votar de manera masiva, para demostrar la voluntad popular y el entusiasmo de los electores por el ejercicio y consolidación de la democracia.
Estas elecciones, con características nunca vistas, han concitado el entusiasmo de la juventud que muchos, entre ellos yo, pensábamos que era una masa inerte, desinteresada en los asuntos nacionales.
La masiva presencia de jóvenes en las protestas demandando la remoción de los miembros de la Junta Central Electoral, luego de la suspensión de las elecciones el mes pasado, ha sido muy elogiada y aplaudida, pero no basta.
Cualquiera va a una protesta, grita en favor de lo que respalda, aplaude los discursos y las consignas, pero, ya hay la experiencia con los partidos, que no todo el inscrito en la organización participa en las elecciones depositando su voto en las urnas.
Hay algo más, y no lo consigno todo, hay la desagradable experiencia de miembros cuidadosamente seleccionados por los partidos, escogidos para representar la organización ante y en los colegios electorales incumplen su deber, traicionan la palabra empeñada y abandonan las posiciones para que los otros partidos, en combinación con los representantes de la Junta Central Electoral, quiten, pongan, arreglen y favorezcan a un candidato que no obtuvo la mayoría de los sufragios. De todo hay en la viña del Señor.
No basta con alzar la voz, el puño y demostrar la irritación que provoca el intento de jugar con la inteligencia del pueblo. Hay que convertir la indignación en hechos positivos en favor de nuestros propósitos y para ello, es preciso que, todos acudamos este domingo a los colegios electorales y votemos por los candidatos de nuestra preferencia.
Luis Abinader exhortó a la población a que acuda en forma masiva y ordenada, como siempre, a ejercer su derecho al voto en favor de los candidatos perremeístas.
El mejor modo de demostrar la voluntad, la fuerza y la intención del pueblo dominicano es votando, como un modo de acentuar nuestra decisión, nuestra apuesta definitiva y permanente por la democracia nacional.
La aparición del nuevo participante, del bloque de la juventud que sólo busca que se respeten sus derechos, que se juegue con reglas de juego claras que no puedan ser cambiadas ni desconocidas sin la consiguiente sanción, es el fenómeno político más importante de la década.
Por encima de las vagabunderías de compra de candidatos y de candidaturas, por encima de la exhibición y puesta en ejecución de amenazas y abusos de fuerzas que obedecen órdenes inconstitucionales, por encima de las nominillas, de los cientos de familiares de funcionarios que cobran altos sueldos sentados en su casa, démosle una lección, démosle una pela de votos.