Denegación de justicia

Denegación de justicia

La sociedad dominicana tiene  motivos para estar conturbada, justificadamente indignada. Le ha sido denegada la justicia de una manera escandalosa y brutal. Sentencias emitidas por dos jueces disponiendo la excarcelación de varios acusados de asesinatos por encargo, una figura que anda por los techos de gravedad del homicidio voluntario, representan una grosera denegación de la justicia que todos esperaban.

En estas dos sentencias parece haber mediado la asechanza. La atención del país estaba enfocada hacia el drama humano en Haití, y esa fue la circunstancia aprovechada por dos jueces para dejar en libertad a nueve acusados de la ejecución de doce personas y otro inculpado por el asesinato  de un ciudadano español. Hay, sin duda, una grosera denegación de la justicia que la sociedad dominicana esperaba ver actuar para dejar esclarecidos los crímenes que motivaron las acusaciones.

Uno de los riesgos de sentencias de esta catadura es que desestimulan a esforzados investigadores policiales que dedicaron tiempo y capacidad para establecer las presuntas responsabilidades por estos crímenes. Bien ha hecho el Procurador General de la República en disponer la apelación de  estas sentencias. Y alguna otra instancia con facultades para hacerlo debería ocuparse de revisar la conducta de estos jueces.

Liderazgo indelegable

La República Dominicana tiene toda a autoridad moral para liderar la gestión de un compromiso multinacional ayudar a Haití a enfrentar la coyuntura actual y forjar un porvenir desarrollista. Lo primero es que siempre nos ha tocado cargar con una parte considerable de los problemas haitianos, y ahí está la inmigración furtiva para confirmarlo. Lo segundo es que, probablemente, cuando se diluya la emotividad de la tragedia, muchos países se olvidarán de que Haití existe, pero nosotros estaremos indisolublemente al lado.

Una realidad incuestionable es que nunca hemos podido  con toda la carga de problemas de nuestro vecino, y mucho menos ahora, cuando se necesita multiplicar recursos y esfuerzos para cambiar la dramática realidad en que el terremoto ha sumido a Haití. En esa virtud, el Presidente Leonel Fernández ha hecho lo correcto en convocar a este compromiso multinacional para impulsar cambios en el pueblo haitiano.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas