Deng Xiaoping

Deng Xiaoping

-X.II-

Es bueno terminar el brevísimo resumen de Deng, pincelando algunos puntos que matizaron su vida. Hemos señalado que desde 1934, formó parte de círculo íntimo de Mao Zedong, en la Gran Marcha, en Yan’an y luego en Bei jing, donde llegó a ser el hombre número 2, por varios años. En 1949, Mao dividió China en seis mandos militares y puso a Deng al frente del vasto territorio del Departamento Suroeste que incluía su provincia nativa y el Tibet, donde proclamó: “Ahora nuestra misión es armonizar las diferentes etnias, priorizando territorio sobre ideología”. Ahí se mantuvo hasta 1952, cuando Mao reestructuró los seis comandos, sus jefes fueron llamados a Beijing.

En Beijing Deng ayudó a administrar China y demostró sus dotes administrativas. En 1956, ascendió al Comité Político Central Permanente del Partido Comunista, uno de seis. Su colaboración con Mao se mantenía estrecha; en una visita a Moscú, Mao le dijo a Krushchev, señalando a Deng: “Ve aquel pequeño allá, es un hombre muy sabio, tiene gran visión del futuro y será el futuro líder de China y del Partido Comunista”. En realidad más que un halago a Deng, era un aviso a Krushchev porque Deng resultó ser un “perro de presa” en los argumentos que pronto surgieron entre China y la Unión Soviética.

Con toda la fidelidad que Deng demostró a Mao, en situaciones convulsas y estúpidas como: “The Great Leap Forward” que condujo a una hambruna catastrófica. Durante la Revolución Cultural, 1966, sufrió grandes humillaciones, así el cuarto hombre más poderoso de China fue tildado de “Roedor Capitalista Número Dos” y enviado en 1969 a una remota zona en Jiangxi, donde trabajó como mecánico en un taller que reparaba tractores; obligado a autocrítica, mientras su familia era maltratada y su hijo moría en prisión. En 1973, Mao necesitó urgentemente alguien que ordenara el caos desencadenado por su esposa, e inesperadamente trajo a Deng a Beijing con esos fines.

Estando Mao y Chou Enlai enfermos, la responsabilidad de administración recayó en Deng. Para revivir la economía Deng adoptó las “Cuatro Modernizaciones” de Chou, una agenda que vio la luz en 1964, pero había sido ignorada. La agenda señala que debía comenzarse con una “fase de construcción” para modernizar la agricultura, industria, ciencia, tecnología y la defensa nacional. Deng comenzó a incluir palabras como “desarrollo” en sus discursos, “palabra” que se convirtió un “mantra” en las reglas del partido. En 1975, ya manejaba la mayor parte de China y fue ascendido al trío del poder central.

Introdujo en sus discursos la idea de “poner las cosas en orden”, significando: eliminar el caos de la Revolución Cultural. Rechazó la “estricta igualdad” de Mao y promovió incentivos materiales: salarios; señalando que las contribuciones de las gentes difieren. Pero Deng también demostró la rudeza del leninismo, cuando algunos musulmanes de Yunnan decidieron dejar de pagar impuestos, también, posteriormente, cuando los universitarios introdujeron la “Quinta Modernización” que consistía en democratizar China. La matanza en la plaza Tiananmen fue el resultado de este intento estudiantil, también en Tiannamen después de la muerte de Chou, cuando maoístas crearon un caos, llamando a Chou “roedor capitalista”. Sus esfuerzos para activar la economía comenzaban a dar resultados ya a finales de 1975.

El 13 de diciembre de 1978, Deng dijo un importante discurso en la Conferencia Central del Trabajo, llamando a los chinos a “emancipar sus mentes” y en el Tercer Plenum, 1978, declaró “…… a partir de este día renunciamos a la lucha de clases …”., “…..hacerse rico es glorioso …”. El camino estaba señalado, ahora Deng se aseguró que sus sucesores no sólo no lo borraran sino que siguieran construyendo, con su ojo clínico para estas cosas, nombró a dos talentosos jóvenes: Zhao Ziyang, 1980, y Zhu Rongi, 1990. Nacía el “capitalismo leninista” que ha encumbrado China.

Publicaciones Relacionadas