Deng Xiaoping

Deng Xiaoping

-XI-

Deng nació en Guang’an, sureste de China, provincia de Sichuan, era 1904, cuando la Emperatriz Regente ponía en marcha algunas reformas y Liang Qichao escribía su libro “Nuevo Ciudadano”. Procedía de una familia gentil, su niñez fue parecida a la de Wei Yuan y Fang Guifen. Era el hijo mayor y aunque el tormentoso examen nacional recién había sido abolido, su padre quiso darle la educación tradicional. En 1918, la familia se mudó a Chongqing y el papá decidió unirse al Partido Progresista de Liang Qichao.

La relación de Deng Xiaoping con su padre fue muy diferente a la de Mao, era armoniosa y de cariño, se mantuvo así por el resto de sus días. Lo inscribió en un programa innovador que enviaba a los estudiantes a Europa. El 11 de septiembre de 1920, Deng se embarcó en Shangai, destino a Marsella, lo cual también lo pone en un camino diferente a Mao; estas diferencias se tradujeron en visiones muy distintas sobre el futuro de China. Si Mao era un torbellino de contradicciones, Deng resultó estable, tanto en lo familiar, como en su vida política.

Deng llegó a Francia justo en los “Felices Años Veinte” pero en vez de buscar los secretos de la civilización occidental en las aulas de la Sorbona, los cafés de Montmartre o los estudios de los artistas, Deng pasó cinco años entre la clase obrera, sudando con ellos en factorías de zapatos y de Renault, así se hizo inmune a las fascinaciones y tentaciones de Francia; no aprendió francés. Moviéndose entre Chinos que eran un grupo radical, le fue presentado a Chou Enlai; con él desarrolló una estrecha amistad de por vida, lo llamaba “su hermano mayor”.

A través de Chou, Deng se inscribió en la Liga de la Juventud Comunista y posteriormente en el Partido Comunista Chino. En 1925, a las autoridades francesas comenzaron a molestarle estas bandas de chinos, así que Deng, poco a poco, hizo camino a Moscú. en donde se inscribió en la Universidad Sun Yat-sen, una institución que fue un testamento del soporte de Stalin al Frente Unido de Sun; se concentró en el estudio del leninismo, a cuyos principios fue fiel.

Deng no fue un gran ensayista ni orador pero gozaba de la cualidad que China necesitaba en esos momentos, era un magnífico organizador político. Ponía a la gente correcta en los lugares que se necesitaban. Creía en el supremo imperativo de la preservación del partido, su organización institucional y el monopolio del poder, cuyas semillas fueron plantadas durante sus años de agitador en Francia y luego en Moscú. A los seis años de su periplo por occidente volvió a Wuhan, donde consiguió un cargo secundario en el desorganizado partido comunista, bajo Chen Duxiu: “el Lenín Chino”.

Cuando Chen fue destituido por órdenes de Stalin, Deng conoció al camarada Mao Zedong y en 1927 siguió a “su hermano Chou” en la resistencia comunista de Shangai, pudiéndose salvar del “terror blanco” de Chiang hasta que el partido lo despachó a Guangxi, cerca de la frontera con Vietnam, a fomentar la rebelión. Aunque siempre había sido Comisario Político, ahí empuñó las armas, estableciendo buenas relaciones con el Ejército de Liberación de las Gentes, y, más importante, se dedicó a Mao, nueva estrella. Para 1934, Deng ya era parte del círculo íntimo de Mao en la Gran Marcha.

En 1939, en una espartana ceremonia presidida por Mao, Deng se casó por tercera y última vez con Zhuo Lin e inmediatamente después de la ceremonia, fue enviado a lo profundo de las montañas que circundan a Yan’an, su misión era protegerla de los japoneses. Cuando los japoneses súbitamente depusieron las armas en la Segunda Guerra Mundial, estalló la guerra entre comunistas y nacionalistas, Deng emergió como el Comisario Político en la decisiva y legendaria campaña Huai-Hai contra Chiang Kai-shek, se disputaba el control de China central: 1948, selló la victoria comunista y la salida de Chiang hacia Taiwán.

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