Cuando la gente acude a buscar una cama para un ingreso de un niño o adulto de día o de noche la respuesta es “no hay camas”. La realidad es que el dengue y las infecciones respiratorias que afectan sobremanera a la población infantil mantienen alta la ocupación de camas. Constituye una odisea encontrar una cama vacía, aunque las autoridades insisten en que hay un tendencia a la baja. Los familiares de una lactante de El Seibo hicieron malabares y movieron todo tipo de relaciones para conseguir una cama e ingresar a su bebé que, además de una cardiopatía, se había infectado de un virus respiratorio. Al final del periplo, la pequeña lactante murió. En efecto, buscar camas para ingresos hospitalarios constituye un verdadero vía crucis en estos momentos, según se puede constatar.

Luisa Polanco fue a varios hospitales de la red con una niña que requería ingreso, le dijeron que no había camas. En los centros de salud privados los médicos clínicos hacen casi “milagros” para lograr una cama o hasta una camilla. “Lo importante es que no se muera un solo niño. Si tiene varios signos de dengue hay que ingresarlo”, dijo el doctor Clemente Terrero, uno de los infectólogos que mayor cantidad de niños con dengue ha tratado.

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El dengue a nivel oficial

De acuerdo a datos de las autoridades en la semana epidemiológica número 43 se registraron 1,248 casos de dengue, para un total de 17,360 a la semana y un total de 19 defunciones. La letalidad se coloca en 0.1%.

Los críticos

Expertos críticos de la forma en como se ha conducido la epidemia difieren de los datos oficiales y aseguran es mayor la cantidad de muertes y de casos infecciosos. A esos críticos y estudiosos del sistema no le cuadran las estadísticas del Gobierno, insisten en el alto subregistro de casos y cuestionan a la comisión que estudia las actas de defunciones y expedientes de los que han muerto con diagnóstico de dengue.

Al mediodía de ayer el viceministro de Salud Colectiva dijo que sólo estaban ocupadas 475 camas con personas afectadas de dengue. Dijo que 388 camas están disponibles.

Las autoridades insisten en que hay una leve reducción de casos de dengue en últimas cuatro semanas y que en cambio, los virus respiratorios aumentan. Esta semana el doctor Daniel Rivera, ministro de Salud dijo que la tendencia a la baja en los casos de dengue, obedece a las acciones de prevención que desarrolla el Ministerio y otras instituciones del Estado. El funcionario volvió pedir a la población que lleve sus hijos temprano a la consulta del pediatra cuando se presente fiebre y vómito. Otro signo importante de alarma es la deshidratación, suficiente para examinar o ingresar a los pacientes y evitar más complicaciones y muertes por dengue, advierten los expertos.