El general Iván Popov dijo que estos errores provocaron un gran número de bajas, tras lo cual fue relevado de su cargo
Los problemas de Rusia en el frente han salido de nuevo a la luz con críticas de un general al alto mando militar que proceden ahora del propio Ejército casi tres semanas después del fallido motín de los mercenarios del Grupo Wagner, algunos de los cuales ya entrenan tropas en Bielorrusia.
Iván Popov, excomandante del 58 Ejército de las Fuerzas Armadas de Rusia que opera en la región suroriental de Zaporiyia, denunció graves errores del mando ruso, que provocan gran número de bajas, tras lo cual fue relevado de su cargo. “Os lo digo honestamente, se ha producido una situación compleja con la jefatura- había que ser cobarde, callar y decir lo que querían oír o llamar las cosas por su nombre”, dijo el general Popov.
Ígor Guirkin, alias “Strelkov”, líder de la sublevación prorrusa en el Donbás en 2014, calificó las declaraciones de Popov de “precedente peligrosísimo” y “un casi motín». “De una nueva marcha a Moscú protagonizada por el Ejército regular sólo nos separa una gran derrota militar”, sostuvo, en referencia a la columna de los wagner que se acercó a 200 kilómetros a la capital rusa durante su sublevación. El intento de Popov de insubordinarse al Estado Mayor es “un patrón de comportamiento corrosivo que se ha desarrollado dentro del mando y las fuerzas rusas”, constató a su vez el estadounidense Instituto de Estudio de la Guerra (ISW). Según el centro, este desplante recuerda a la rebelión del jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, durante la cual pidió la cabeza del jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, y del ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu.