Denuncia Estado abandona miles pacientes pie diabético

Denuncia Estado abandona miles pacientes pie diabético

El Estado dominicano mantiene abandonados a su suerte a miles de dominicanos con complicaciones de pie diabético, quienes carecen de tratamiento y hasta a los propios médicos les cuesta el cuidado de esta población enferma.
Así lo denunció ayer el doctor Víctor Cabrera, cirujano del hospital Marcelino Vélez Santana, quien advirtió que las autoridades y aseguradoras privilegian las amputaciones de los órganos afectados, en vez de promover programas educativos y tratamientos personalizados que ayuden a miles de afectados.
El pie diabético es una complicación de la diabetes que trae como consecuencia la infección y daño del miembro inferior, debido a lesiones neuropatía por la sensibilidad del sistema nervioso periférico, explicó el cirujano.
“Soy conservador al decirte que de 15 hospitales de tercer nivel de Santo Domingo, debe superar las 1,500 amputaciones al año; de esos, al 85% hay que amputarle el segundo pie antes de los tres años, la mayoría de ellos mueren antes de los cinco años”, dijo el cirujano general.
Se trata de un promedio y el país se queda corto. Este tema es escandaloso y debe mover a la sensibilidad de las autoridades, dijo el especialista.
Lo que más preocupa es que se trata de personas en plena edad productiva, entre los 35 a 55 años de edad. Se está dando la espalda a esta población y no es justo, dijo el cirujano.
Agregó que la mortalidad de esta población con pie diabético es más alta que las enfermedades renales. El pie diabético se lleva el 38% del presupuesto de cualquier hospital en un país desarrollado.
Dramatismo Esta complicación de la diabetes es dramática en la República Dominicana, donde más de un millón de dominicanos tienen esta patología que es considerada pandemia en el mundo.
La situación del pié diabético es más graves en las provincias más distantes a la Capital dominicana, pues esos pacientes están marginados, a los médicos les interesan y son tratados con conocimientos empíricos, como si se tratara de una herida cualquiera, insistió.
Se trata de pacientes que han sido relegados, por dejadez, ignorancia e insensibilidad, no se les da la prioridad y educación que se requiere al paciente diabético, dijo Cabrera.
Insistió en que el paciente al que se le amputan sus dos pies no tiene una sobrevivencia ni de cinco años y eso tiene un alto impacto en las familias, pues quien tiene la complicación se torna difícil de tratar, porque llega a la depresión y suelen abandonarlo.
Los pobres son los más afectados, pues no tienen dinero para llevar su dieta, comprar medicamentos y otros tratamientos. La sociedad los ha abandonado y lo mismo ha hecho el Estado.
Recientemente se terminó un estudio que establece que de enero de 2017 a enero de 2018 se habían amputado a 219 pacientes en tres hospitales. Se trataba en todo caso de amputaciones mayores en hospitales del tercer nivel, insistió el doctor Cabrera.
Este tipo de lesiones no son heridas normales. Cuando son tratados comienzan a verse los resultados a la octava semana, si se curan con tratamiento correcto. Su trastorno metabólico activa sustancias y se aumenta el riesgo de infección, asegura Cabrera.
La denuncia es cíclica en el país, pues se trata de un problema que crece.

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