El diputado reformista por la provincia Independencia, Atila Pérez Vólquez, advirtió ayer que en Jimaní se podría producir un brote de enfermedades, por falta de agua y servicios sanitarios, tras la riada que la asoló el pasado mayo.

Afirmó que la situación de emergencia ya fue superada, pero que esa población continúa en peligro, ya que las autoridades no han hecho los correctivos contra nuevas inundaciones.

Dijo que a casi dos meses de la tragedia que dejó 397 muertos, 272 desaparecidos y decenas de damnificados, «la reconstrucción de la población y la construcción de las viviendas marchan muy mal, aunque algunas personas quieran decir lo contrario».

Añadió que el principal problema es la falta de agua potable, ya que el acueducto local está trabajando con una gran deficiencia.

Atribuyó el problema a dejadez del Instituto de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), porque uno de los dos pozos de que se surge está fuera de servicio y no lo repara.

Agregó que tampoco han iniciado la construcción del muro de contención ni la limpieza de los canales sedimentados, entre otras obras prioritarias.

Explicó que si en la zona no se produjo un brote epidémico, fue porque en los primeros días de la tragedia se suministraba agua mediante camiones-cisterna y por el programa de vacunación.

Dijo que tampoco las nuevas viviendas garantizan la seguridad física y sanitaria de quienes las ocuparán, por la forma en que fueron construidas y porque contribuirán con el hacinamiento por la cercanía entre ellas.

«No es que rechazamos de plano esas viviendas, sino que desde ya prevemos el peligro, pues aunque están siendo construidas en una zona alta, se está haciendo prácticamente sobre la capa vegetal. Los taludes no han sido conformados de manera correcta, los encaches los están haciendo sobre el terraplén y sólo se le coloca un volteado de cemento para sellar las juntas entre una piedra y otra, no la torta de hormigón que debe colocarse debajo de las piedras para producir un nuevo agarre», dijo.

Criticó que varios organismos estatales, en el río Blanco sólo tengan varios tractores removiendo materiales, pero sin construir un verdadero muro de contención para evitar que vuelva a desbordarse y a inundar el lugar, lo que temen cada vez que llueve.

Resaltó que también la carretera Jimaní-La Descubierta constituye un peligro público y amerita ser reparada inmediatamente, ya que por las pasadas inundaciones, su base fue socavado y en varios puntos ha habido derrumbes importantes.

ANo entendemos cómo el gobierno se propone inaugurar las viviendas el 6 de agosto, cuando a muchas de ellas, incluso, sin nadie habitarlas, el piso está ovalado producto de que no se ha hecho un trabajo como las normas de ingeniería lo establecen».

[b]PIDE CUENTAS CLARAS[/b]

El diputado Pérez Vólquez solicitó al director del Comité Nacional de Emergencias (COE), contralmirante Radhamés Lora Salcedo, un informe detallado sobre el uso de los recursos destinados a la reconstrucción de Jimaní.

Asimismo, pidió a las diferentes organizaciones que se han comprometido a levantar proyectos habitacionales allí, darle participación a la comisión de infraestructura que hay en Jimaní y de la cual él y el cura, José Ramón de la Cruz, forman parte.

Cuestionó que el COE haya invertido alrededor de RD$12 millones sólo en logística para transportar los alimentos y otros enseres donados a los damnificados de la zona afectada por la riada de mayo pasado.

«Nosotros queremos que de todos los recursos económicos que ellos han recibido, nos den un verdadero detalle de cómo los han utilizado, porque yo no concibo que el COE justifique aparentemente un gasto de 7, 8, 10 ó 12 millones en logística. Nosotros queremos que lo que ellos han gastado se haga con transparencia y que si se utilizó dinero de ese para socorrer a otros hermanos dominicanos que también sufrieron inundaciones, que también lo especifiquen, que nosotros a eso no nos oponemos», dijo, en exclusiva para HOY.