CARACAS (EFE).- El Gobierno venezolano denunció ayer que Washington puso en marcha una nueva campaña mediática para desestabilizar a Venezuela y evitar que su modelo de desarrollo social tenga eco en otros países latinoamericanos.

   «Hacemos un llamado urgente al pueblo venezolano y los amigos de Latinoamérica a que se mantengan alertas ante la nueva ofensiva de la administración del presidente (de EEUU, George W.) Bush», dijo a los periodistas el ministro de Comunicación, Andrés Izarra.

   «Estén pendientes y no se dejen engañar ni manipular por los medios y periodistas comprados que estimulan la guerra sucia contra Venezuela», añadió el ministro.

   La nueva campaña desestabilizadora tendría como sustento las declaraciones de portavoces del Gobierno estadounidense con el apoyo de diarios como «The Washington Post», «The Washington Times»,  «The Miami Herald» y la cadena Fox de televisión, expresó Izarra.

   Estas fuentes estadounidenses contarían a su vez -según el ministro- con la complicidad y el respaldo de medios locales en la mayoría de países latinoamericanos.

   La campaña estaría dirigida, según Izarra, a «aislar y deslegitimar» al Gobierno venezolano presentándolo como «colaborador de grupos terroristas», interesado en una «carrera armamentista» y dirigido a implantar una «dictadura». «Creemos que lo que le molesta a EEUU es que el modelo venezolano de inclusión social, con los grandes avances logrados en educación, sanidad y alimentación, demuestra que es posible un modelo distinto al que promueven ellos», consideró.

   Izarra señaló que en las últimas semanas se han detectado «más de 45 artículos contra Venezuela», además de las declaraciones de representantes del Departamento de Estado de EEUU y de otras dependencias oficiales.

   «Los mecanismos utilizados por Washington son conocidos y se basan en técnicas periodísticas para mentir, adelantar medias verdades, confundir, exagerar, falsear las fuentes, tergiversar los hechos, utilizar el anonimato, descontextualizar, manipular cifras, etc», manifestó.

   Explicó que deslegitimar al Gobierno venezolano es el primer paso para una posterior intervención internacional que podría sustentarse en una eventual modificación de la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) con el fin de darle cobertura legal.

   Izarra expresó que Washington «está preparando el terreno» como hace unas décadas lo hizo para implantar dictaduras de su interés en los países de América del Sur, «como la de Augusto Pinochet en Chile», y también en Centroamérica.

   El ministro citó varias veces los nombres del recién nombrado director nacional de inteligencia de EEUU, John Negroponte, y del ex asesor presidencial para Latinoamérica del Gobierno de Washington Otto Reich, de quienes recordó su «negro pasado» como «violadores de Derechos Humanos», según denuncias publicadas en EEUU.

   Izarra recordó el paso de Negroponte por la embajada de Honduras y la supervisión de la creación de la base «El Aguacate» de ese país, «donde se ha encontrado una fosa común con restos de 185 personas», y la vinculación de Reich con el escándalo «Irán-Contras».

   La intervención de Izarra sigue a la denuncia hecha ayer por el presidente venezolano, Hugo Chávez, de que en Washington se han planteado la posibilidad de «asesinarle» en vista de que no encuentran otros mecanismos fiables para sacarlo del cargo.