Ciudadanos que usan durante las noches el elevado y la parte baja del peatonal de la Winston Churchill y Kennedy son víctimas frecuentes de atracadores.
Algunos denunciantes contaron que los delincuentes atacan a los transeúntes casi siempre a partir de las 10:00 de la noche.
La mayoría de las víctimas son estudiantes universitarios y trabajadores que suelen usar esa infraestructura.
En este lugar, como en otros, es evidente la inexistencia de vigilancia policial, pese a las frecuentes denuncias de que los peatonales de la ciudad son trampas ciudadanas.
Tomás Pimentel, uno de los denunciantes, declaró que en las tardes, entre 6:00 y 7:00, los comerciantes de las aceras de la Kennedy con Churchill se marchan, por lo que el lugar queda desierto, y los que pasan a merced de los delincuentes.
Comerciantes de las cercanías y personas que habitualmente circulan por el lugar afirman que los asaltos se producen tanto encima como debajo del peatonal. El lugar, según los denunciantes, se ha convertido en tierra de nadie, después de las 9:00 de la noche, ya que no hay vigilancia policial ni de ninguna otra índole.
Pimentel dijo que ha visto patrullas de la Policía Nacional en carro y motocicletas que circulan con cierta frecuencia, pero que estas sólo lo hacen hasta las 10:00 de la noche.
Es justamente a esa hora cuando estudiantes de algunas universidades y otras personas que salen a esa hora de sus centros de trabajo abordan vehículos para quedarse en la Kennedy con Churchill.
Desde ahí abordan otros vehículos para trasladarse hasta el kilómetro 9.
Otros se dirigen hacia el lugar para abordar transportes hacia Los Alcarrizos, Don Gregorio y Los Ríos.
Y es ahí, donde según los afectados, los ladrones tratan de hacer de las suyas desvencijando a cuanta gente pasa por su lado.
Peatonales: un peligro
Los pasos peatonales se han convertido en refugios de ladrones y asaltantes en horas del día y la noche. Las denuncias en ese sentido abundan en los medios. Entre tanto, la Policía parece limitar el horario de patrullaje a las diez de la noche, cuando precisamente atacan los delincuentes.