MÉXICO (EFE).- Expertos latinoamericanos convocados por la UNESCO denunciaron ayer en México que la prensa enfrenta múltiples ataques que socavan la gobernabilidad en una de las regiones más violentas, desiguales e inestables del mundo.

Los especialistas también coincidieron en que los comunicadores de América Latina deben hacer un «mea culpa» al examinar su papel en una sociedad democrática y sus relaciones con los diversos grupos de poder.

En vísperas del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, expresó en un mensaje remitido al foro de la capital mexicana su preocupación por el auge de los asesinatos y secuestros de periodistas en América Latina y otras regiones del mundo.

Los periodistas «arriesgan su integridad física en el ejercicio de su profesión porque ponen al descubierto lo que cierta gente desea ocultar y en otros casos porque informan desde el escenario de un conflicto armado», señaló Matsuura en su mensaje.

El funcionario internacional citó cifras de organizaciones de periodistas, según las cuales en los últimos dieciséis meses han sido asesinados setenta comunicadores en todo el mundo, lo que ha convertido a ese período «en el peor del último decenio» en cuanto a violencia contra periodistas.

El coordinador del foro de Ciudad de México y director en funciones de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para América Central, Alejandro Alfonzo, dijo a EFE que ese mensaje subraya la «gran preocupación de Matsuura por la grave situación de los comunicadores en Latinoamérica».

«Por supuesto que al director general le preocupan los casos de periodistas asesinados o secuestrados en Colombia, Costa Rica, México y otros países de la región», enfatizó Alfonzo.

En el caso de Colombia y México, países considerados como los más arriesgados del hemisferio para el ejercicio del periodismo, los comunicadores han sido atacados por grupos irregulares o narcotraficantes, aunque también han sido intimidados «desde esferas oficiales», según los asistentes al foro.

El especialista colombiano Germán Rey dijo que en países como Argentina y Venezuela se observa una preocupante polarización entre el Gobierno y un sector de la prensa, lo que se ha traducido en «ataques institucionales contra los medios informativos o en el manejo discrecional de la pauta publicitaria oficial».

Los comunicadores de Colombia se enfrentan a menudo con la «exhortación» gubernamental a tomar partido por la «institucionalidad» en el conflicto armado que afecta a ese país desde hace cuatro décadas, indicaron otros asistentes la cita de Ciudad de México.

Rey dijo también que los comunicadores de varios países latinoamericanos debieran examinar «si han caído en la tentación de desbordar la función original de los medios y si son realmente independientes de los intereses económicos y políticos».

En ese sentido, el ex presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) Danilo Arbilla dijo a EFE que los periodistas de la región deberían emprender «una discusión franca para evaluar si se han desviado de su tarea de hacer periodismo puro y duro y si están contribuyendo a la gobernabilidad democrática».

«Si no evaluamos sinceramente nuestra tarea, es posible que la sociedad nos diga lo mismo que a los políticos y gobernantes: ‘que se vayan todos’ y, en ese escenario, los periodistas vamos a ser reemplazados por payasos de la televisión», señaló el uruguayo Arbilla.

Los asistentes al foro también reclamaron la aprobación de leyes que faciliten el acceso de la ciudadanía a la información oficial, tal como ocurre en Ecuador, México, Panamá, Perú y República Dominicana.

Costa Rica y Paraguay discuten proyectos de ley en ese sentido a petición de la UNESCO, indicó Alfonzo.

«Pero necesitamos que los países de todo el continente faciliten el acceso de los ciudadanos a la información oficial, como un paso clave en la transparencia de la cosa pública, la gobernabilidad y el derecho a la información», agregó Alfonzo.