SANTIAGO. Unas cien tumbas han sido violentadas en el cementerio Cristo Vivo de El Ingenio, dejando al descubierto   que ni los muertos se  salvan de la delincuencia en esta ciudad.

Los sepulcros que presentan robo son los que se encuentran a orillas de las paredes del cementerio que permiten el acceso a algunos barrios y  es precisamente una zona oscura y lejana de la entrada principal.

 “Y es que ni lo muertos descansan en paz, a tal punto que drogadictos de los denominados “Piperos”, se roban los candados y tipo tipos de metal para venderlo y satisfacer su adicción”, comentan deudos de  los muertos.

Mientras los habitantes del lugar dicen que los malhechores a pesar de que son apresados realizando este tipo de hecho, aun pernotan en la zona.

Parientes de difuntos que descansan en este cementerio, denunciaron  además que todo aquello que se deja sobre las tumbas -principalmente las lápidas de hierro, floreros también  es robado.

Recalcan que esto ha dejado el campo santo a la mano de los delincuentes, quienes en la noche se llevan hasta verjas enteras para venderlas como chatarra.

La situación, ha provocado que empleados del Cementerio se hayan convertido en vigilantes para que las profanaciones de bóvedas no sigan, dañando los monumentos que se construyen.

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