Denuncian EU

Denuncian EU

Naciones Unidas, (EFE).- En plena negociación de la reforma de la ONU, los países en desarrollo han denunciado las maniobras de EEUU dirigidas a erosionar el poder de la Asamblea General y obtener así un mayor control del organismo mundial.

La crisis entre Washington y los países en desarrollo, la mayoría de los 191 miembros de la Asamblea.

evidente esta semana, cuando se reabrió el debate, entre el equilibrio de poderes de los distintos órganos de la ONU.

Los países aglutinados en el Grupo de los 77 y en el Movimiento de No Alineados (NAM) se quejaron de que EEUU, que ejerce la presidencia de turno del Consejo de Seguridad, incorporó a la agenda de este órgano cuestiones que pertenecen a la Asamblea.

El embajador de Malasia, Hamidon Ali, como presidente del NAM, y su homólogo surafricano, Dumisali Kumalo, en nombre del G-77 más China, alertaron del “peligro que supone la usurpación de funciones y poderes de la Asamblea”.

La polémica precisamente se produce cuando se debate cómo revitalizar la Asamblea General y el Consejo Económico y Social (ECOSOC), aspectos de la reforma de la ONU aprobada en la cumbre mundial de septiembre pasado.

El propio secretario general, Kofi Annan, expresó su temor de que la pugna entre las grandes potencias y los países en desarrollo ponga en peligro el proceso de reformas, que se encuentra en una fase avanzada.

Annan ha pedido que se aproveche el descontento para buscar fórmulas que refuercen el papel de la Asamblea General, el órgano de deliberación más representativo de la ONU.

EEUU también ha sido criticado por su liderazgo en otros aspectos de la reforma, como es la creación del Consejo de Derechos Humanos, que sustituya a la desprestigiada Comisión de Ginebra.

En esta ocasión, sin embargo, Washington no se salió con la suya en su idea de incorporar a los cinco miembros del Consejo de Seguridad en este nuevo órgano de la ONU, que dependerá de la Asamblea General.

La propuesta final presentada por el presidente de la Asamblea, Jan Eliasson, fue criticada por el embajador estadounidense, John Bolton, quien consideró que debe seguir negociándose porque no cumple con los estándares previstos.

Fuentes diplomáticas señalaron que EEUU podría prolongar el debate hasta junio, cuando se prevé que se revise el presupuesto provisional de la ONU, lo que permitirá a Washington presionar con más firmeza, ya que es el mayor contribuyente de la organización.

Sin embargo, la mayoría de países se muestran a favor de aprobar el proyecto lo antes posible, entre ellos Chile, cuyo embajador ante la ONU, Heraldo Muñoz, se sumó al llamamiento de Annan de apremiar para que se someta a votación el documento la próxima semana y así poder dedicarse a otros aspectos de la reforma.

“Se debe votar el proyecto con la cabeza más que con el corazón. Tiene muchas debilidades, pero también fortalezas y es muy superior a la actual Comisión de Ginebra”, declaró.

Agregó que si se reabren las negociaciones -como quiere EEUU- “es posible que no tengamos un nuevo órgano para la promoción y protección de los derechos humanos”.

EEUU también abandera la reforma administrativa de la ONU, tema que está causando igualmente recelos entre los países más pobres, especialmente después de las controvertidas declaraciones del recién nombrado subsecretario general para la gestión del organismo, el estadounidense Christopher Burnham.

Burham afirmó en el diario “The Washington Post” que había sido enviado a la ONU a petición de la Casa Blanca y que su deber es hacer que el organismo mundial sea más efectivo, aunque “su lealtad primera es hacia EEUU”.

Washington quiere reducir costes burocráticos y crear la figura de un secretario general que sea gestor además de político, que cuente con recursos y tome decisiones sin tener que pasar por la aprobación de la Asamblea.

Cuba, que junto a Malasia y Suráfrica integran la troika de los países no alineados, ha expresado públicamente su rechazo a las presiones estadounidenses sobre las reformas administrativas.

Para el embajador cubano, Rodrigo Malmierca, “los países en desarrollo ven la vía de la reforma administrativa como una forma para que EEUU y los poderosos refuercen su influencia en el Secretariado de la ONU”.   

Publicaciones Relacionadas

Más leídas