Denuncian golpe de estado; piden ayuda internacional

Denuncian golpe de estado; piden ayuda internacional

PUERTO PRINCIPE.- El primer ministro de Haití denunció ayer que hay un golpe de estado en su país y pidió ayuda a la comunidad internacional, aun cuando Estados Unidos y Francia expresaron su renuencia a usar la fuerza para poner fin la insurrección en este país caribeño.

El primer ministro Yvon Neptune habló un día después que ex soldados se unieron a la rebelión y capturaron la población de Hinche, en el centro del país, acrecentando el temor de una guerra civil y un retorno a la época en que el ejército torturaba y asesinaba opositores.

«Somos testigos de la puesta en marcha de la máquina del golpe de estado», dijo Neptune a periodistas. Indicó que la fuerza policial, de 5.000 miembros, no está bien equipada para responder y que espera que la comunidad internacional intervenga «a fin de demostrar que realmente desea la paz y la estabilidad en Haití».

Se negó a decir si eso significa una intervención militar. El presidente Jean-Bertrand Aristide dijo el lunes que había pedido «ayuda técnica» a la Organización de Estados Americanos.

Rebeldes han desalojado a la policía de más de una docena de poblaciones en 12 días y controlan ahora la mayoría de los caminos al distrito Artibonite, el granero de Haití, donde viven casi un millón de los ocho millones de habitantes del país.

Pero el secretario de Estado Colin Powell dijo el martes a la cadena CNN que «no existe por ahora entusiasmo alguno para enviar a fuerzas militares o policiales con el propósito de poner fin a la violencia que estamos presenciando».

Powell dijo que la comunidad internacional desea «una solución política» y que sólo entonces algunas naciones ofrecerán una presencia policial para implementar tal acuerdo.

Francia, que dominó Haití en el siglo XVIII, dijo que estaba evaluando los riesgos de enviar tropas de paz.

El vocero del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados, Ron Redmond, dijo que la agencia se estaba reuniendo en Washington con funcionarios estadounidenses y caribeños para discutir cómo enfrentar un posible éxodo de haitianos. Funcionarios del ACNUR también se reunieron con las autoridades cubanas, dijo.

«Tenemos ciertamente esperanzas de que esos gobiernos recibirán personas que buscan asilo», dijo Redmond a periodistas. Expresó que el ACNUR está dispuesto a ayudar.

Testigos dijeron que unos 50 rebeldes atacaron el lunes la estación policial en Hinche y mataron a tres agentes antes de que la policía huyese de la ciudad, de 50.000 habitantes. Hinche se halla a unos 110 kilómetros al noreste de Puerto Príncipe.

Los testigos dijeron que los rebeldes eran encabezados por Louis-Jodel Chamblain, un ex soldado que encabezó el temible escuadrón de la muerte Frente por el Fomento y el Progreso de Haití, que mutiló y asesinó a centenares de partidarios de Aristide durante la dictadura militar entre 1991 y 1994.

[b]GOLPISTAS VIVEN EN RD[/b]

La embajadora de Haití en La Habana, Marie-Andrine Constant, denunció ayer que «la mitad de los golpistas» contra el gobierno de Haití viven en República Dominicana e insistió en demandar ayuda policial a la OEA para sofocar la revuelta.

Constant defendió la propuesta de negociación planteada por Aristide como la mejor vía para resolver el conflicto y consideró innecesaria una intervención extranjera, con excepción de la ayuda policial solicitada por el presidente haitiano a la Organización de Estados Americanos (OEA).

Según la diplomática, los rebeldes están utilizando a la población «como barreras» en zonas ocupadas, como Gonaives, y «la policía no puede entrar» porque «hay que evitar que se mate a los civiles».

Constant explicó que la policía haitiana cuenta con unos 4.000 efectivos que deben hacer frente al «brazo armado» de la oposición y subrayó que «la mitad de los golpistas y los que atacaron Hinche también viven en Dominicana», aunque reconoció que el gobierno dominicano ha reforzado la vigilancia en las fronteras para evitar la entrada de opositores.

Hinche, ciudad próxima a la frontera con República Dominicana, fue ocupada el lunes por rebeldes haitianos, que tienen también el control de Gonaives, de 200.000 habitantes, y de varias pequeñas poblaciones del norte del país.

Según Constant, el único objetivo que une a los grupos opositores es acabar con el gobierno del presidente Jean-Bertrand Aristide, que, dijo, tiene el apoyo de la mayoría de la población y ganaría de nuevo si se convocaran elecciones ahora.

A su juicio, esa mayoría que apoya a Aristide «no está educada, no tiene medios ni recursos para expresarse como la elite opositora. Es lo mismo que pasa en Venezuela», dijo.

La funcionaria haitiana valoró la decisión del gobierno cubano de mantener a los 500 médicos que trabajan en zonas empobrecidas del país.

Constant no concretó si el gobierno de Aristide está dispuesto a abrir un corredor humanitario en el norte, tal como habían solicitado organizaciones de cooperación internacional, y se limitó a señalar que las ONG que trabajan en Haití están repartiendo alimentos.

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