POR ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
Para el Colegio Médico Dominicano (CMD) y el personal de salud de los hospitales Francisco Moscoso Puello y Salvador B. Gautier, el peor componente de la crisis hospitalaria es la indolencia oficial.
Asimismo, los médicos aseguraron que la actual crisis hospitalaria no tiene precedentes en la historia de la medicina dominicana, por lo que todo el sistema debería ser declarado en estado de calamidad.
Los doctores Waldo Ariel Suero, presidente del CMD, Senen Caba, presidente del CMD-del Distrito Nacional y decenas de médicos residentes de las diferentes especialidades del hospital Francisco Moscoso Puello, consideraron calamitosa la situación del sector Salud.
Narrando las carencias que tienen cada una de las áreas del hospital Francisco Moscoso Puello, los médicos convinieron en que a las autoridades no les importa lo que está pasando en los hospitales del Estado.
La doctora Carina Williams, residente del tercer año de anestesiología narró que como médica se siente impotente, porque los pacientes heridos con balas o puñaladas se le van de las manos por falta de medicamentos.
Indicó que por las noches a los familiares de los pacientes heridos los envían a las calles a comprar sus medicamentos, porque el hospital Francisco Moscoso Puello debería estar cerrado.
«Una parte importante de los pacientes no espera que lleguen medicamentos comprados en farmacias de las calles, mueren en el proceso, por lo que la mortalidad se va a disparar», aseguraron los médicos.
Anestésicos, analgésicos, aspirinas, adrenalina, recetarios, guantes,gasas, gorras, mascarillas, hilo de sutura, antibióticos y material de cirugía ya no están en las vitrinas ni los almacenes de los hospitales del Estado.
No hay recetarios, papel, dilatadores y para hacer un tacto rectal a los pacientes los médicos del área de Urología tienen que usar jabón o vaselina, porque no tienen los lubricantes naturales que se usan para esos fines.
EN ESTADO DE EMERGENCIA
Con velas en las manos y sirios colocados en la mesa, los médicos consideraron importante declarar los hospitales en estado de calamidad, pero al miemo tiempo se preguntaron por qué, pues a su juicio, no hay autoridad que responda a esa declaratoria.
«La única salida a la crisis del sector Salud, es que el Gobierno reduzca gastos de cualquier otro renglón y garantice un servicio que en cualquier sociedad es prioridad nacional», es una postura que asume el CMD.
El alto costo de los medicamentos, el de los alimentos, la baja subvención que reciben del Estado, sumado a la carencia total de energía eléctrica, constituyen los principales componentes de la crisis del sistema de salud, pero a eso se suma la indolencia oficial.
Ninguno de los hospitales aguanta la situación, sobre todo, porque tiene el problema de carencia de recursos y de una sobrepoblación de paciente que por razones económicas ya no aguantan más presión.
EL CUADRO ES DANTESCO
En todos los hospitales del IDSS y de Salud Pública el panorama es dantesco, las cirugías de emergencias deben esperar a que haya combustible, las salas de ingreso y las de cirugía están en total oscuridad, mientras los médicos y las enfermeras salen a los pasillos para poder ver las medidas o dosificación de los medicamentos.
La población más empobrecida es la que asiste a los hospitales, pues esa no tiene recursos para pagar los servicios de salud que cobran las clínicas privadas.
Sólo la Secretaría de Salud Pública aumentó ligeramente la subvención de sus hospitales, pero se trató de un incremento pírrico con la cual no se ha podido suplir siquiera una adecuada alimentación a los pacientes que están ingresados.
ENTREGA DE HOSPITALES
Nadie a ciencia cierta sabe cuál es el camino a seguir en el sector Salud, los médicos discuten si entregar los hospitales al Gobierno tenga algún impacto, pero la medida no se ejecuta, porque saben que es antipopular.