Productores hortícolas de los valles de Constanza, Tireo y San José de Ocoa, denunciaron que a finales del pasado año, entre los meses de enero y agosto, se importaron 122,000 quintales de ajo, lo quee provocó una saturación del mercado que pone en peligro la próxima siembra del bulbo.

Dijeron que esas importaciones han causado pérdidas cuantiosas a los pequeños y medianos productores, quienes no han encontrado mercado para colocar sus últimas cosechas.

Pidieron la protección del gobierno, a través de la secretaría de Agricultura, para evitar que se produzca la quiebra masiva de  los productores de ajo.

La denuncia la hicieron Enrique Durán, Ramón Hernández, Manuel González Melo, dirigentes de la Unión Nacional de Productores Hortícolas de Constanza (UNAPRODA); la Asociación de Productores Hortícolas de Tireo y la Asociación de Productores de Ajo de La Horma, San José de Ocoa, durante una reunión con el secretario de Agricultura, Amílcar Romero; el administrador del Banco Agrícola, Carlos Segura Fóster, y el asesor hortícola del Poder Ejecutivo, Hernio Núñez.

Expresaron que ya decenas de pequeños y medianos productores de ajo han ido a la quiebra y se niegan a sembrar el bulbo por temor a no encontrar mercado donde colocar su producción, debido a que los canales de comercialización están llenos de ajo importado.

Durán, presidente de UNAPRODA, dijo que en las comunidades de  Constanza, Tireo y La Horma, San José de Ocoa, hay miles   de quintales de ajo almacenados de la cosecha pasada que no se han podido vender por la saturación del mercado.

Expresó que esta situación los mantiene al borde de la desesperación, por lo que han decido no volver a sembrar el bulbo, hasta que las autoridades del sector agropecuario den seguridades de que tal situación no se volverá a repetir en este gobierno.

Indicó que anualmente se siembran de 18 a 21 mil tareas de ajo,  pero que debido a la abundancia del bulbo en el mercado, producto de las importaciones, sólo se sembrarán de cuatro a cinco mil tareas.

Dijeron que la siembra de ajo es la espina dorsal y lo que mueve la economía de los valles de Constanza, Tireo y Las Horma, de San José de Ocoa, por lo que pidieron la protección del Gobierno para continuar realizando la siembra del condimento en estos lugares.

Ramón Hernández, presidente de la Asociación de Productores Hortícolas del Valle de Tireo, dijo que la situación se hace insoportable.

«Las importaciones masivas de ajo que se autorizaron durante el Gobierno pasado nos ha provocado un daño económico y moral, lo que  desincentiva a muchos productores a  seguir sembrando el producto». expresó. Manifestó que si hay alguna siembra este año no pasará de las 500 tareas.

Manuel González Melo, presidente de la Asociación de Productores de Ajo de La Horma, San José de Ocoa, dijo que la situación actual de los productores de ajo de esa zona es precaria, debido a la abundancia del bulbo en el mercado por la importación masiva que autorizó el Gobierno pasado.