TAMBORIL. SANTIAGO. Comerciantes, motoconchistas, taxistas y dirigentes comunitarios denunciaron nuevamente la ola de atracos y el incremento de la delincuencia juvenil que azota este municipio, cuya población se siente atemorizada, mientras la vigilancia policial es casi nula.
Los sectores consultados expresaron que no se puede salir a las calles en horas de la noche, por temor a que los delincuentes penetren a sus viviendas, en tanto en los establecimientos comerciales los robos, asaltos y atracos a mano armada se producen de noche como a cualquier hora del día.
Pobladores denunciaron que los miembros de la Policía que pertenecen a la inspectoría del municipio sólo se dedican a enamorar mujeres y no se disponen a patrullar las calles para mantener el orden en la población, como demandan moradores.
Manifestaron que ante esta situación, los residentes en esta localidad demandan de las autoridades policiales y del ayuntamiento local disponer mayor vigilancia en los parques, escuelas, avenidas y en las principales arterias comerciales, a fin de evitar que los delincuentes sigan cometiendo sus fechorías de manera impune.
Indicaron que personas que han estado retornando a esta localidad procedente del exterior, se muestran muy alarmadas por el alto grado de delincuencia y violencia que afecta a esa localidad.
El dirigente comunitario Robert Cabrera, consideró que la inseguridad que vive la población de Tamboril se debe al alto número de personas que no trabajan, que gustan de los vicios, a los peligrosos delincuentes que llegan al municipio y a la poca capacidad de operación de los miembros de la Policía.
Molesta y hasta da rabia que este hermoso municipio, compuesto por familias, en su mayoría honradas y trabajadoras, esté siendo controlado por los delincuentes y personas que han retornado de Estados Unidos y otros que por muchos años han estado aquí, que no conocen de las buenas costumbres, expresó el dirigente comunitario.
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Comité de Defensa
El presidente del Comité por la Defensa y Recuperación de Tamboril, José Luis Deschamps, dijo que muchos comerciantes viven en una zozobra permanente, ya que en cualquier momento pueden ser objeto de un asalto. Indicó que muchos de ellos, que residen lejos, tienen que ser acompañados por algún empleado para evitar que cuando lleguen a su destino sean atracados o asesinados por bandidos que están ligados al mundo de las drogas y otras acciones delictivas.