El Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático (CNLCC) y el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente (INSAPORMA), denunciaron que las montañas de cenizas tóxicas de Punta Catalina se han duplicado de tamaño, a pesar del alto riesgo de que en esta temporada ciclónica la zona sea afectada por una tormenta o un huracán.
Las entidades publicaron fotografías y un video tomados el pasado viernes, 31 de julio, en los que aparecen las imágenes de las montañas de estas cenizas dos veces más altas que en relación de las primeras fotografías tomadas hace dos meses, el domingo, 31 de mayo pasado.
Manifestaron que las cenizas de Punta Catalina son una amenaza permanente y creciente contra la salud, la producción y el medio ambiente de más de cien mil personas que están siendo impactadas por estos residuos y las demás fuentes de contaminación de esta termoeléctrica.
“Sin embargo, durante la temporada ciclónica que comprende los meses de junio a noviembre de cada año, se corre el riesgo que por efecto de un hidrometeoro como vaguadas, tormentas o huracanes, estas cenizas tóxicas y el carbón almacenado produzcan un desastre ecológico en la provincia Peravia”, expusieron.
Señalaron que a pesar del riesgo inminente de este desastre, la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) ni la gerencia de la Central Termoeléctrica Punta Catalina han tomado ninguna medida para disminuir, mejor disponer, cubrir, asegurar o trasladar estos peligrosos residuos.
Estas cenizas contienen mercurio, selenio, boro, óxido férrico, alúmina, óxido de titanio, óxido de calcio, magnesio, azufre, óxido de potasio, óxido de sodio, anhídrido fosfórico, arsénico y sílice, elementos altamente tóxicos para la salud humana, animal y vegetal, informaron.
Explicaron que estas cenizas por efecto del fuerte viento de un hidrometeoro pueden ser barridas a más de 50 kilómetros tierra adentro y también disolverse en el agua de escorrentía contaminando con sus elementos tóxicos los terrenos y las fuentes de agua subterráneas y superficiales de la provincia Peravia.
Recordaron que en abril de 2017 se produjo una inundación en Punta Catalina que fue fotografiada y grabada en video por un joven trabajador de la central que se convirtió en viral en las redes sociales.
“También existe el precedente con el ciclón David en el año 1979, que barrió y desparramó las escorias de la mina de FALCONBRIDGE montaña abajo, anegando de contaminación la tierra y los cultivos de arroz del valle de Bonao, teniendo esta transnacional que indemnizar con millones de dólares a los productores de la región por los daños sufridos por el deslave”, dijeron.
Advirtieron que con cualquier fenómeno atmosférico que llegue al área donde están vertidas a la intemperie las cenizas de Punta Catalina, puede ocurrir una nueva inundación de sus instalaciones o, peor aún, lo que pasó en 1979, en Bonao con las escorias de la mina de ferroníquel de FALCONBRIDGE.
Calificaron de irresponsables a las autoridades que además de arrojar al aire libre estos desechos en violación a la licencia ambiental, a la Ley de Medio Ambiente y a la Constitución de la República, no han hecho nada para disminuir, asegurar o trasladar estas cenizas ante los riesgos que representa la actual temporada ciclónica.
Plantearon que la única solución realmente efectiva para que Punta Catalina que es una “súper fábrica” de cenizas tóxicas no siga produciéndolas, es convirtiendo las dos plantas de carbón de esta central a gas natural.
Consideraron que es imposible mantener estas cenizas junto al litoral y rodeadas de comunidades y de cultivos, y por otro lado, su traslado a otro lugar tendría un costo muy elevado por el gran volumen de residuos que alcanza las 400 mil toneladas por año.
Reiteraron al presidente electo y al Gobierno que asumirá el próximo 16 de agosto, la solicitud que están formulado los ayuntamientos de las municipalidades impactadas por la contaminación de Punta Catalina, para que de manera inmediata esta termoeléctrica sea convertida a gas natural y sean recogidas y sacadas estas cenizas de la provincia Peravia lo antes posible.
“No cambiar a gas natural a Punta Catalina es victimizar al pueblo banilejo. Pretextar el costo económico que puede representar este cambio, es una carencia total de sensibilidad ante las enfermedades y las muertes prematuras que producirá la contaminación de la quema de 4 millones de toneladas de carbón al año, en las comunidades que van desde Nizao hasta la ciudad de Baní”, precisaron.
Afirmaron que el costo de sustituir el combustible de Punta Catalina de carbón a gas natural, es a la larga mucho más bajo que el gasto en prevención, reducción y manejo de estas cenizas y el pago por indemnizaciones por los daños causados a los habitantes, en los próximos 40 años de vida útil de estas plantas.
Adujeron que además los costos en salud, medioambiental y climático producidos por la quema del carbón que se ahorrarían con la conversión a gas natural es infinitamente superior en término económico que los costos de este cambio.
“Según el BM, la EPA y la agencia medioambiental europea cada tonelada de CO2 produce daños a un costo de US$1,130 por año en salud y asociados al cambio climático, y Punta Catalina emite 6.34 millones de toneladas de C02 por año, lo que representa un costo en daños de US$7,164.2 millones al año que la introducción del gas natural reduciría en gran medida”, indicaron.