POR UBALDO GUZMAN MOLINA
Una familia residente en Los Cacicazgos denunció que el ruido que provoca un generador de electricidad instalado en la residencia de personal diplomático de Estados Unidos está causando constantes molestias durante el día y la noche.

El señor Marcos Soto, uno de los afectados, dijo que reside junto a su familia en la calle Sanabacoa número 11, pero que no tienen sosiego porque la planta instalada al lado de su casa provoca mucho ruido.

Dijo que cuando los vecinos le dan la queja a los diplomáticos estos asumen una “actitud arrogante».

Citó que recientemente le pidió a uno de ellos que resuelvan el problema del ruido porque molesta a los vecinos y eso está prohibido por ley y la respuesta que consiguió fue: «Esta es mi casa y esta es mi planta», burlándose del sufrimiento de su familia.

Informó que los fuertes ruidos están causando daños a su salud y la de sus familiares, ya que el generador eléctrico está descubierto y muy cerca de las habitaciones, lo que impide dormir en paz.

Expresó que esa situación ha sido denunciada a los departamentos correspondientes de la secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, quienes han verificado el problema en más de una ocasión, llegando a determinar el nivel de ruido en más de 63 decibeles en horas de la noche, lo que viola los límites para las zonas residenciales.

En visita a HOY, Soto dijo que la situación ha sido denunciada a la encargada del Departamento de Alquileres de Viviendas para Diplomáticos de la embajada norteamericana, Victoria Ureña, quien ha prometido buscarle una solución al problema, pero no ha hecho nada.

Especificó que la familia Soto tiene más de dos meses sufriendo los ruidos ensordecedores.

«Espero que se respete nuestro derecho de cuidar nuestra salud y nuestro bienestar social», expuso.

Señaló que el artículo 115 de la Ley General Sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales (64-00) consigna que se prohíbe la emisión de ruidos producidos por la falta de silenciador de escape o su funcionamiento defectuoso de plantas eléctricas.

Recordó que denunció su caso por la vía telefónica al Departamento de Seguridad Ciudadana, el 23 de junio pasado, y que tres inspectores de Gestión Ambiente de la cartera de Medio Ambiente visitaron su residencia el 8 de julio.

«Una segunda visita fue el 18 de julio, domingo a las 6:30 de la tarde; fueron tres personas y les dejaron una notificación a los diplomáticos norteamericanos con el guardián, porque ellos no les abren a nadie», narró Soto.

Expresó que las veces que han ido los inspectores de Medio Ambiente, la planta eléctrica se ha visto desde su residencia, porque los diplomáticos norteamericanos no dejan entrar a nadie».

Recordó que la última visita, del 2 de agosto pasado, acudieron dos inspectores de Gestión Ambiental, quienes midieron el nivel de ruido provocado por la planta eléctrica y determinaron que oscila entre 63 y 64 decibeles de día.

Indicó que gestionan con Medio Ambiente para que muevan el generador eléctrico del lugar, porque la residencia de los diplomáticos norteamericanos, ubicada en la casa número 9, de la calle Sanabacoa, de Los Cacicazgos, tiene mucho espacio para colocarla en un lugar donde no moleste.

«Automáticamente se va la luz, automáticamente prende la planta, y a veces cuando arranca parece que es una tromba marina lo que arranca», dijo.

Señaló que los diplomáticos se mudaron a esa residencia a principios de este año, pero el problema se ha agudizado por la tanda interminable de apagones de los últimos meses.

Soto dijo que agotará todos los procedimientos para que los diplomáticos norteamericanos respeten el derecho que tiene él y su familia de dormir con tranquilidad.