Denuncian PN y MP hacen caso omiso ante contaminación sónica en el Evaristo Morales

Denuncian PN y MP hacen caso omiso ante contaminación sónica en el Evaristo Morales

Varios videos muestran cómo la Policía se pasea por el establecimiento ubicado en sector Evaristo Morales, conversan con algunas personas y luego se retiran sin impedir el ruido que afecta a los residentes en esta zona

Desde hace meses, residentes del sector Evaristo Morales en el Distrito Nacional, vienen denunciando a través del Sistema Nacional de Emergencias 9-1-1, la intranquilidad a la que están siendo sometidos luego de que un dealer-car wash, que tienen en la calle Rafael F. Bonelli casi con Rafael Augusto Sánchez abriera una discoteca que diariamente los mantiene sometidos a un ambiente de ruido, desorden y taponamiento a altas horas de la madrugada.

El local, de nombre Seven, que tiene un área denominada Kitchenette, empezó siendo un dealer y car wash con un lounge de espera donde se podía picar algo mientras se esperaba el vehículo, pero luego pasó a ser una discoteca que funcionaba incluso en horario de toque de queda, como muestran algunos registros de prensa donde fueron intervenidos por las autoridades, lo que llevó a que se les clausurara pero que abrieron inmediatamente.

De acuerdo a una nota de prensa, esta discoteca, que presenta según sus propias redes sociales la participación artística de varias figuras artísticas con presentaciones desde marzo de este año cuando todavía estaba vigente el toque de queda, al igual que varios Djs y figuras del entretenimiento, está siendo objeto de inmensas denuncias que realizan los residentes en la zona, que manifiestan estar hartos de hablar con el dueño de establecimiento para que regule el ruido y este solo les dice que está trabajando en ello.

Lo más curioso es que en varios videos grabados por los residentes de esta zona, se muestra cómo las autoridades policiales pasan al reportarse las denuncias de contaminación sónica al Sistema Nacional de Emergencias 911, y al llegar al lugar, solo se quedan hablando con algunas personas que se entiende son de la administración, y luego simplemente se retiran del lugar dejando todo igual que como lo encontraron.

Esta situación es repetitiva, vergonzosa y asqueante, pues incluso la dirección de comunicación de la policía nacional tiene conocimiento del tema, al igual que el Departamento de Antiruido y el propio Ministerio Público, pero ninguna de estas autoridades competentes en el tema ha hecho lo que corresponde.

Lo único que sucede tras las denuncias es que el ruido baja la intensidad un par de días, pero luego vuelve como si fuera algo normal a intranquilizar a todo el que rodea este vecindario.

Es importante destacar que la mayoría de veces este caos inicia pasada la medianoche, donde hay adultos mayores, niños, enfermos, y gente laboriosa que quiere descansar y que la alta contaminación sónica que produce este establecimiento, no solo dentro, sino también fuera con las bocinas y aceleramiento de los motores de esos vehículos, que producen muchas veces más ruido que la propia música que sale del local.

Los residentes de esta zona, están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias, pues saben que están atropellando sus derechos al descanso y a vivir en armonía, pero sobre todo están dispuestos a enfrentar a los que estén apañando esta violación a ley medioambiental.

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