La firma brasileña Odebrecht ha hecho una propuesta al Estado para la compra de tuberías para el acueducto de Samaná, que habría sido aceptada, a pesar de que según informes tendrían un sobreprecio de alrededor de 50 millones de pesos. La propuesta contempla la compra de 200 kilómetros de tuberías por unos 100 millones de pesos, pero esa misma cantidad y calidad de tuberías se puede conseguir en estos momentos en el mercado local con un ahorro para el Estado de más de 50 millones de pesos. Se explicó que este ahorro resultaría sólo por la diferencia de precios.
La firma brasileña Odebrecht ha hecho una propuesta al Estado para la compra de tuberías para el acueducto de Samaná, que habría sido aceptada, a pesar de que según informes tendrían un sobreprecio de alrededor de 50 millones de pesos.
La propuesta contempla la compra de 200 kilómetros de tuberías por unos 100 millones de pesos, pero esa misma cantidad y calidad de tuberías se puede conseguir en estos momentos en el mercado local con un ahorro para el Estado de más de 50 millones de pesos.
Se explicó que este ahorro resultaría sólo por la diferencia de precios, ya que no incluye el sacrificio fiscal que tendría para el Estado que la manufactura de las tuberías se realice fuera del país, lo cual privaría al Estado de recibir los impuestos correspondientes.
Se indicó que en el pasado, en situaciones parecidas de obras con financiamiento internacional que viene atado a que los insumos provengan del país que otorga financiamiento, se han planteado como solución que se importe la materia prima del país y el productor local haga la manufactura.
Se informó que los fabricantes de tuberías tienen alrededor de 1,500 familias que dependen de la industria. Se explicó que las fábricas están trabajando por debajo del 50 por ciento de la capacidad, ya que se han caído las exportaciones y el consumo interno.
Regularmente suele ocurrir que en este tipo de obras se concede con financiamiento aparentemente atractivo para el país, pero con una gran diferencia de precios de los materiales, que termina encareciendo el costo total del proyecto en perjuicio del país.
Hoy ha sido enterado de que un proyecto más grande que se gestiona para la región Sur del país, involucra una inversión mayor que, de aceptarse en esas condiciones, ocasionaría pérdidas más grandes en perjuicio del Estado.
Consultas hechas por este diario indican que no se explica que se haga esta importación con una diferencia de precios tan grande cuando el país tiene una industria local en capacidad de suplir los requerimientos de tuberías del acueducto tanto en términos de cantidad como de calidad y en momentos en que es una prioridad preservar empleos.