Deplora pérdida puestos trabajo

Deplora pérdida puestos trabajo

POR L. A. RAMÍREZ S.
Aunque los salarios que perciben los empleados de zonas francas no son los mejores es preferible que esas empresas permanezcan en el país, porque con la salida de estas se incrementa el nivel de desempleo y de exclusión social que existe en la República Dominicana, consideró Gabriel del Río, presidente de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC).

«Sin empleos no podemos crecer económicamente, aunque sean precarios por el bajo salario que perciben los trabajadores, es preferibles que se mantengan a que los dueños de empresas de zonas francas tengan que despedir  a  más de 100,000 trabajadores»

El dirigente sindical se refirió en esos términos al lamentar que, de los distintos parques industriales, se hayan perdido alrededor de 45,000 puestos de trabajo por el cierre de varias empresas, según informó la Corporación de Zonas Francas de Santiago.

Del Río expresó que con el cierre de las zonas francas también se perjudican miles de personas dedicadas al trabajo informal, y que subsisten por los servicios que ofrecen en las inmediaciones de esas industrias. En ese sentido, dijo que si bien es cierto que en el país se necesitan empleos decentes y dignos, las autoridades tienen que procurar que se mantengan los que ofrecen las  zonas francas.

«Como representante de la Unión Nacional de Trabajadores de Zona Franca, estamos dispuestos a colaborar con el proceso de renovación de estas empresas, para que sigan ofreciendo los puestos de trabajo que se requieren en el país.  Estamos preocupados por la situación de estas empresas,  y es lamentable que tengan que irse del país por el alto costo de sus operaciones, provocado principalmente el deficiente servicio eléctrico».

A juicio del sindicalista la única esperanza de los trabajadores de ese sector es la el Acuerdo de Libre Comercio entre Estados Unidos,  Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-RD)  que se iniciará en enero del 2006.

El presidente de la Corporación de Zonas Francas de Santiago, Carlos Manuel Alvarez,                                                                                           dijo que  en el transcurso del 2005 se han perdido 45,000 empleos en los distintos parques industriales del país, y que solamente en Santiago  quedaron fuera 14,000 puestos.

El empresario refirió que la expansión de esos negocios se ha detenido porque la mano de obra del país es muy cara, y  porque los costos de producción también se han incrementado.

El INCIO DE LAS ZONAS FRANCAS

En el sitio electrónico del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación se establece que el desarrollo de las zonas francas industriales comenzó en 1969, con la instalación de una empresa de ese tipo en La Romana, propiedad de la Gulf and Western Americas Corporation, que operaba en el  sector azucarero desde el año 1967.

La segunda industria de ese género comenzó a operar en 1972, en San Pedro de Macorís, con el auspicio del sector público a través de la Corporación de Fomento Industrial (CFI), entidad descentralizada que se encargaba de su administración y operación. Ese año Santiago estrenó una zona franca, pero regenteada por una corporación sin fines de lucro.

«A partir del año 1973 las tres Zonas Francas Industriales existentes empezaron a crecer de manera sostenida en cuanto a número de empresas instaladas. Así durante el lapso de 1973-83 las empresas establecidas pasaron de 15 a 101, y ese auge prosiguió con mucha mayor intensidad durante los años 1986, 1987 y 1988».

De acuerdo con el Consejo de Zonas Francas, en el país funcionan 58 parques diseminados en todo el territorio nacional, los cuales albergan alrededor de 590 empresas  que principalmente se dedican al área textil.

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