Hoy 
POR FERNANDO QUIROZ
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, calificó ayer de un «problema bárbaro», que en América Latina existan 220 millones de pobres y advirtió que ante los sistemas de integración, los países deben estar preparados y saber negociar para que después las esperanzas no se conviertan en «lágrimas».
Consideró que América Latina asiste a un optimismo cauto, con retorno al crecimiento económico, pero que los gobiernos deben intensificar sus luchas internas contra la pobreza, el desempleo y la exclusión social.
América Latina no necesita un nuevo modelo económico, sino corregir los errores que se han cometido y aprender de las experiencias de las naciones donde han sido positivas las prácticas, respondió al embajador de Ecuador, Marcelo Hervas. El presidente del BID también abogó por mayor solidaridad de los países más ricos hacia los pobres.
Iglesias dictó, ante la asamblea general de Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, la conferencia Las Américas: de la integración económica a la cooperación.
La charla fue grabada y proyectada en pantalla gigante en la sede de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), que encabeza el presidente Leonel Fernández.
Comparó que en China, con US$1,000 dólares per cápita, solucionan mayores problemas que en América Latina, que promedia los US$3,000.
La región de América Latina, que invierte US$70,000 al año en energía, agua, transporte, acarrea los desafíos de alcanzar mayor competitividad, dijo.
Con relación a los sistemas de integración, Iglesias mencionó que ha orientado a los países, a propósito del acuerdo de Centroamérica con los Estados Unidos, para que se preparen, sepan negociar y así eviten «enormes frustraciones» cuando incurran en cubrir costos, sin obtener beneficios.
CUATRO SHOCKS EN AL
El presidente del BID también se refirió a los cuatro «shocks» que actualmente afronta América Latina.
El primero, el avance de la globalización en todo lo relativo a lo comercial, financiero, inversión y la propia globalización de las empresas.
Otro shock, es lo que calificó como cambio violento de la geografía económica del mundo por el impulso asiático, principalmente el fenómeno de China.
«El fenómeno de China ha sido como ponerle un segundo piso al mundo económico», dijo Iglesias.
Ello plantea, agregó, un desafío por la competencia comercial que encierra.
Un tercer shock que encuentra es la debilidad estructural que, entiende, presenta América Latina en materia de tecnología de la información.
Si no se hacen todos los esfuerzos, con el apoyo político, la región corre el riesgo de quedar rezagada en el vagón del tren histórico, afirmó.
La otra problemática es la competitividad, dijo, tras lo cual advirtió que estos países no pueden quedarse tan sólo en la exportación de materia prima, que genera empleos. Necesita producir, agregó.
