La migración de Haití hacia República Dominicana es económicamente beneficiosa para ambos países, pero, a la vez, una de las principales causas de tensión entre los dos países, indicó William Charpentier, presidente de la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados.

Por esto, pidió a las autoridades migratorias reforzar más las políticas legislativas y los sistemas operativos, debido a que en muchas ocasiones los haitianos que participan en el plan de regulación ven un proceso sumamente lento, incentivando así la migración irregular al país.

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Citó como los sectores agropecuario y construcción se han visto afectados por las deportaciones masivas luego de invertir en formar a los extranjeros, ahora se ven en riesgos de no contar con esa fuerza laboral, la cual ningún dominicano le interesa sustituir.

Para Charpentier, otro factor que lacera el proceso es la generalización de los casos, a pesar de respaldar la medida del Estado, de deportar a aquellos inmigrantes que se encuentran en suelo dominicano.

“Muchos tienen meses y hasta años viviendo en el país y han procreado hijos, pero cada caso es distinto”, expresó.

El activista dijo, también, que ha recibido testimonios de maltratos físicos, verbales e incluso sexuales.

Ante la situación, señaló como la exministra de Relaciones Exteriores, Dominique Dupuy, condenó las deportaciones, calificándolas como una “estrategia de limpieza étnica” y una “campaña discriminatoria” basada en la nacionalidad y el color de la piel de los haitianos, con lo que exigió respeto y justicia para sus compatriotas.

Instó al Gobierno dominicano a reconsiderar sus políticas migratorias.

Haitianos piden voluntariamente ser deportados

El drama no se detiene en el Centro Vacacional de Haina. Ayer se constató cómo algunos acuden voluntariamente para ser deportados y otros esperaban respuestas de parientes detenidos, ante la permanencia ilegal en el país. Criticaron el proceso de respuestas, al valorarlo como lento.