Deportan a Haití muchacha dominicana

Deportan a Haití muchacha dominicana

POR LLENNIS JIMENEZ
La dominicana Margarita David Yan fue “repatriada” a Haití  por la Dirección General de Migración que la consideraron haitiana durante un operativo contra inmigrantes ilegales.

De 28 años de edad, nacida en El Fao, Guerra, portadora de la cédula 001-1430746-05 y con dominio del español, Margarita dijo que personal de Migración le destruyó su cédula, su acta de nacimiento y la golpearon.

Afirmó que fue golpeada en la cara por una empleada de Migración que junto a cinco hombres recogían haitianos en la avenida Charles de Gaulle.

Expresó que luego la llevaron a Haití como indocumentada. Durante 15 días sobrevivió con ayuda de un joven inmigrante que conoció durante el viaje.

Luego de ser rescatada por el Centro Cultural Dominico-haitiano (CCDH) y respaldada por las autoridades de la Oficina Consular de la República Dominicana en Belladere, Haití, Margarita cuenta su dramático caso. Por el atropello intenta demandar a los inspectores de Migración.

El director del CCDH, Pol Emile, indicó que esa organización no gubernamental la asesorará para incoar la querella.

Pol Emile consideró que el hecho demuestra que las repatriaciones y la definición de la nacionalidad están partiendo de los rasgos físicos.

Margarita, cuyos padres son de ascendencia haitiana, contó que el martes 24 de enero se dirigía a su trabajo en una casa de familia, a eso de las 7:30 de la mañana, y que sin que terminara de desmontarse del autobús en la Charles de Gaulle, fue sorprendida por un personal de Migración, que sin importarle los documentos que mostraba, la montó en un vehículo cargado de haitianos.

“Me dijeron ‘camina, que tú eres haitiana, ¿dónde están tus documentos?´. -Yo dije, ¿para qué?, pero tuve que subir a la guagua”, narró Margarita, aún humillada, tres días después de su retorno de Haití.

Dijo que el vehículo recorrió varios sectores de Santo Domingo Este en busca de indocumentados y que cuando estuvo lleno partió a Haití.

A la mujer de Migración, a quien describe como “rubia bien formada”, la acusa de haberla agredido en el camino, la abofeteó por oírla repetir que no era haitiana, sino dominicana.

Indicó que los inmigrantes se quejaban del infernal calor, porque eran trasladados con los cristales cerrados, a lo que respondían los agentes de Migración con darles palos.

Margarita explicó que fue dejada en Belladere, Haití, a eso de las 5:00 de la tarde, donde no conocía a nadie. En el viaje no se les suministró ni agua y antes de desmontarlos los fotografiaron para archivar sus registros.

Dijo que el inmigrante con el que se hizo amiga en el trayecto, la albergó cinco días en su casa de Haití. Más tarde hizo contacto para que volviera a la frontera y pasó al territorio dominicano a duras penas asegurándoles a los militares que no pasaría del mercado dominico-haitiano.

“Suerte que ese muchacho que me ayudó tenía buen corazón. Pasé todo ese tiempo con la ropa que tenía puesta y un pantalón que me regaló una haitiana. Yo no comía pensando en mi mamá, que es una mujer enferma. Mi padre no tiene mucho tiempo de muerto y sabía que eso era otro problema para mi mamá”, precisó.

Expresó que tardó otros tantos días en la provincia Elías Piña, organizando el viaje y desde allí se puso en contacto con sus familiares.

Dijo que su familia le pidió al CCDH ayuda para retornar al país, porque a pesar de que su hermana Ana es cabo de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD) y sus dos hermanos pertenecen a las Fuerzas Armadas, no logró volver por sí misma.

 RETORNÓ CON CARTA DE RUTA

El director del CCDH y el encargado del Departamento Legal, Roberto Antuán, explicó que Margarita pudo volver al país porque le consiguieron una carta de ruta a través del ministro consejero en el Consulado dominicano en Belladere, Erasmo Durán Beltré, y el encargado de asuntos haitianos en la Cancillería dominicana, Inocencio García.

El inconveniente se debió, indicaron, a que en Elías Piña se negaron a expedirle duplicados de documentos a la joven, argumentando cumplir órdenes superiores dispuestas para quienes se los han quitado, sin importar que digan ser dominicanos.

Antuán dijo que los miembros del Ejército de puesto en Azua y en Matayaya se resistían a que la dominicana entrara al país.

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