Ayer, unos 4,000 competidores se dieron cita a la tercera versión del Maratón Gatorade 10K en la avenida del Puerto. Desde tempranas horas de la tarde comenzaron a llegar los atletas, de todas las edades, clases sociales, raza, edad,  pero todos con un mismo sentimiento que rebosaba sus corazones.

En la composición fotográfica de Carlos Alonzo, se captan varios momentos del inicio del Maratón. Arriba y a la izquierda, el atleta minusválido, Felipe Palacio, cruza la meta para arribar segundo en su categoría. Luego un grupo de jovencitas no-videntes no se daban por vencidas y corrían a todo galope. A su lado, los atletas que cumplieron su recorrido tomaron un baño en las duchas que fueron colocadas para la ocasión y lo disfrutaron en grande. En un hecho conmovedor, un atleta se colocó en la meta de salida y con apenas un pie y una mano, al sonar el tiro de salida, raudo y veloz comenzó su recorrido lento, pero con una firmeza que asombró a miles. Este caballero hizo vibrar a muchos corazones bondadosos y a la vez envió un claro mensaje a la humanidad de que, “cuando se quiere, se puede”. Mostró mucha determinación y coraje. Ojalá muchos jóvenes dotados de su anatomía completa tomaran este ejemplo viviente. Estos atletas muestran orgullosos sus medallas de participación en el III Maratón Gatorade 10K que se llevó a cabo ayer con rotundo éxito saliendo desde la Atarazana, con el auspicio de Gatorade y el Grupo Corripio.