Deportistas despidieron cadáver de Wiche García Saleta en el Cristo Redentor

Deportistas despidieron cadáver de Wiche García Saleta en el Cristo Redentor

Cuando las manecillas de reloj señalaban las 5:24 de la tarde, ya el sol intentaba acostarse. En ese momento se colocaba lentamente, pero a paso firme, el cadáver del inmortal del Deportes Juan Ulises García Saleta (Wiche) en el cementerio Cristo Redentor.

García Saleta, bautizado el Padre del Olimpismo Dominicano, por su gran apoyo al deporte del país y el engrandecimiento del movimiento olímpico del país, fue depositado el panteón de la familia, donde estará para siempre junto a su esposa Carmen Rosa, que falleció en el 2001.

A ritmo de aplausos, como se despiden los grandes hombres y los deportistas entusiastas, así se despidieron los familiares y las amistades de Wiche García.

Junto a una gran multitud, los hijos del ex presidente del Comité Olímpico Dominicano y ex secretario de Deportes agradecieron la solidaridad mostrada por los amigos de su padre.

[b]Palacio de los Deportes[/b]

Cientos de personas se dieron cita ayer en el Palacio de los Deportes para darle el últimos adiós al «Padre del Olimpismo Dominicano».

Durante la estadía en la media naranja, que lleva el nombre de uno de sus mejores amigos, el profesor Virgilio Travieso, estuvieron la mayoría de los dirigentes deportivos de la década del 70 y 80.

Además estuvieron presente una gran cantidad de atletas que participaron en los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Los atletas lloraban la muerte de un gran propulsor del deporte aficionado.

Entre las personalidades que estuvieron dándole el último adiós figuran el doctor Rafael Alburquerque, vicepresidente electo; el doctor Jaime David Fernández Mirabal, ex presidente de la República, y el licenciado Hatuey Decamps, dirigente del PRD.

El miércoles en la noche estuvo presente en la funeraria la doctora Milagros Ortiz Bosch, vicepresidenta de la República.

En el Palacio de los Deportes se celebró una misa en honor a García Saleta, a cargo del reverendo Francisco Bautista.

Luego llevaron el cadáver al Comité Olímpico Dominicano, donde se le rindió honores a cargo de los federados, atletas, miembros del comité ejecutivo y dirigentes campesinos.

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