LA CORUÑA (España). (EFE). El Deportivo de La Coruña despertó en la Liga con una goleada por 4-1 al Espanyol en el estadio de Riazor, donde los coruñeses no ganaban desde mediados de noviembre, cuando derrotaron por al recién ascendido Levante.

Los de Irureta pusieron fin a una racha de siete encuentros sin vencer ante los «periquitos», en un encuentro en el que los deportivistas lavaron su imagen imponiéndose a un equipo que llegaba en puestos de Liga de Campeones y que se marchó de Riazor en zona de UEFA.

El técnico coruñés sorprendió al dejar en el banquillo por primera vez en lo que va de Liga a Juan Carlos Valerón en lugar de Fran. Además, dio entrada a Lionel Scaloni por Pedro Munitis en la banda derecha.

Estos cambios propiciaron que el Deportivo saliera con más mordiente arriba que en otros partidos, y así Luque a los siete minutos, ya reclamó un posible penalti de Soldevilla por mano tras un remate defectuoso del catalán.

Acto seguido llegó el gol blanquiazul a la salida de un saque de esquina: Pablo Amo se revolvió bien en el área y su disparo, después de rebotar en Tristán, cayó a los pies de Andrade, quien empujó el esférico al fondo de las mallas entre una maraña de jugadores.

El tanto dio tranquilidad a los locales, pero una vez más la suerte no parecía acompañarles. Primero con la lesión de Fran, que tuvo que ser sustituido por Valerón al cuarto de hora de comenzar el encuentro. Y después, en el 17, con el empate catalán.

De la Peña sacó una falta con rosca de forma magistral y Fredson, ante la pasividad de la defensa, tocó lo suficiente el balón para cambiar su trayectoria y batir a Molina.

Los locales, así, volvían a dejar escapar en casa una ventaja en el marcador. Pero, a diferencia de otras ocasiones, supo sobreponerse. Sin tiempo para saborear la igualada, el Espanyol encajó el segundo. Valerón, en el minuto 22, en uno de los primeros balones que tocó, envió un centro medido a Tristán y el delantero sevillano se adelantó a su marcador y cruzó el esférico a la cepa izquierda de la portería de Kameni.

La efectividad gallega, con dos goles en sus dos primeros disparos entre los tres palos, la acusó en exceso el conjunto «periquito», que ya no atacó con la misma verticalidad del inicio. Sólo Maxi, con un tiro desde la frontal, y Amavisca, en el lanzamiento de una falta, pusieron en algún apuro la meta herculina.

De hecho, fue el Dépor quien pudo irse al descanso con una ventaja mayor. Kameni, en el minuto 41, rechazó un fuerte remate de Luque, tras un pase en profundidad de Valerón, y, dos después, Tristán perdonó delante del portero camerunés.

En la reanudación, el Espanyol intentó hacerse con el control del choque y el entrenador visitante, Miguel Angel Lotina, intentó refrescar al equipo con la entrada en el terreno de juego de Oscar Serrano por Amavisca. Sin embargo, fue el Dépor el que siguió avisando y Luque estrelló el balón en el palo izquierdo de la portería catalana con un gran disparo desde fuera del área.

Era el preludio del gol. Valerón, en el minuto 60, envió en profundidad a Tristán y éste se plantó en el área y con su regate provocó el penalti y la expulsión por roja directa de Pochettino. El propio delantero sevillano se encargó de lanzarlo y poner el 3-1 en el marcador.