Las Calderas, Baní. Sentado a la sombra de Guasábara, sobre el tronco seco de un árbol recién tumbado en el área protegida de Las Dunas, Betanio Martínez vigila con sus cansados ojos una pequeña manada de chivos que cuida celosamente. A su alrededor quedan los vestigios de reciente tala de guayacanes. Como evidencia del desastre ecológico, quedan apenas los tocones.
Estos sinvergüenzas están acabando con todo. Acompaña su comentario mostrando las áreas donde grupos de personas alambraron, tumbaron especies endémicas y nativas de Las Dunas y han extraído arena.
Don Betanio no se separa ni un momento de una engrasada escopeta calibre 12. Siempre la lleva al hombro. Es su único mecanismo de defensa para quienes han depredado Las Dunas, dejándola en la ruinas. No busca venganza. Está reclamando justicia y protección a voces, sin que ninguna autoridad le preste atención para que se preserve el Monumento Natural Félix Servio Ducoudray, conocido como Las Dunas de Baní. Fue declarada área protegida en 1996.
Hace años, el viejo criador de chivos vivía de la producción de miel de abejas. Esos son apenas recuerdos que atesora. Desde que se inició la devastación de Las Dunas (extracción de arena, corte de árboles endémicos y nativos, apropiación ilegal de terrenos aledaños a la playa para viviendas de veraneo, muelles privados, viviendas sobre colinas de arena, etc.), todo ha cambiado.
Las abejas se fueron, y con ellas mermó casi a cero la producción de miel y cera. Ya no hay suficiente polen y néctar en las flores de los escasos árboles que permanecen en pie. Los productores, con Don Betanio, se fueron a la quiebra irremisible. Las colonias de estos insectos en grandes colmenas es historia patria. La apicultura en Las Dunas se fue a pique.
Todos los años, en primavera, yo sacaba 15 y 20 tanques de miel de abejas. Ahora, después que deforestaron Las Dunas, aquí ya no se saca miel, porque acabaron la saona, el olivo, el guayacán. Estos árboles daban fruto para los animales, pero tampoco hay frutos. ¿Qué van a comer los pobres animales? Esto hay que pararlo, porque han acabado con todo y son manos criminales que hacen eso. Para que un árbol nazca de nuevo aquí, hay que esperar 60 años.
Los lugareños vinculan la depredación de Las Dunas a grupos políticos organizados, con apoyo del Gobierno y la vista gorda de la secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Mencionan insistentemente una supuesta Asociación de Campesinos sin Tierra, que cerca áreas con alambres de púas, depreda la foresta y extrae arena. Los terrenos no son aptos para agricultura.
Extrañamente, el encargado de la oficina de la secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la provincia Peravia, Joaquín Batista, reconoce el daño ecológico que grupos de depredadores causan a Las Dunas. No ha cuantificado los daños. Pero niega categóricamente que sean allegados al partido de Gobierno o que cuenten con su apoyo para estos desmanes. Incluso, el funcionario asegura que conoce el nombre y se persigue judicialmente al cabecilla de estas acciones.
El área protegida es vigilada por cuatro guardabosques y un administrador, quienes disponen de dos motocicletas.
Joaquín Bautista, conocido como ecologista en Baní, es el jefe de Medio Ambiente. El derecho a entrar a Las Dunas es de 20 pesos los dominicanos y 50 pesos los extranjeros.
Muchas viviendas veraniegas y negocios turísticos construidos a la orilla del mar, en el poblado de Salinas, han sido mejorados, ampliados o remozados. Eso incluye a los pequeños muelles privados. Entre los nuevos adquirentes hay extranjeros. Algunas casas levantadas a orillas de los manglares fueron destruidas por las autoridades. Se puede observar muchos letreros de se vende esta propiedad. Los precios son más altos que un trasplante de corazón.
En la zona pobre del pueblo de Salinas se han levantado viviendas sobre colinas de arena de Las Dunas. El material para construcción lo tienen a escasos metros. Otras construcciones tienen de patio espacio del área protegida. El desorden sigue su agitado curso.
¿Qué son las Dunas?
Una duna es una acumulación de arena, en los desiertos o el litoral, generada por el viento, por lo que las dunas poseen unas capas suaves y uniformes.
Pueden ser producidas por cambios en el viento o por variaciones en la cantidad de arena. La granulometría de la arena que forma las dunas, también llamada arena eólica, está muy concentrada en torno a 0,2 milímetros de diámetro de sus partículas.
Cuando el viento tiene una dirección dominante, las dunas adquieren la forma de una C con la parte convexa en contra del viento dominante. Estas dunas generalmente avanzan, se mueven, empujadas por el viento. La velocidad de avance de las dunas es inversamente proporcional a su tamaño, así, las dunas más pequeñas alcanzan a las mayores, con las que se van fusionando y aumentando de tamaño de la duna madre.
Flora y fauna
Las Dunas de Baní, con una extensión de unos 15 kilómetros en línea recta en sentido este-oeste, están ubicadas en la península de Las Calderas, entre los poblados de Matanzas, Las Calderas y Las Salinas, ésta última comunidad convertida de aldea de pescadores a hogar de veraneo y negocios turísticos. Hace años se reportó la existencia de alrededor 117. 4 millones de metros cúbicos de fina arena de esta codiciada zona ecológica que tiene un bosque seco subtropical.
La flora, que hace años era rica en especies, ha sido prácticamente devastada en algunas zonas para extraer árboles centenarios, específicamente guayacán, un árbol cigofiláceo de América tropical que crece hasta 12 metros de altura. Su tronco es grande y ramoso, la corteza dura y parduzca, hojas elípticas y flores de color blanco azulado. Los depredadores lo cortan para hacer pilones y artesanía que venden al mejor postor a orillas de la carretera, a precios que cuestan el transplante de un riñón.
Además del Guayacán, que desaparece a una velocidad vertiginosa de la zona protegida, se encuentran el Aceituno, especie endémica de esta región, el Cambrón, Guasábara pilonera, Yaso, Cayucos, Bombillito, Melón espinoso y Cactus, Cotinilla, Guao, Uva de playa, Saona cimarrona, Mangles y Tuna brava.
En el conjunto de reptiles existentes en el área protegida hay dos especies de pequeños lagartos de los géneros Leiocephalus y Ameiva.
La avifauna comprende gaviotas, tórtolas aliblancas, rolitas, rey congo, garzas, viuda o doctor y ti-ito,- Hace años se reportó la presencia de flamencos, pero esta especie ha desaparecido de la zona.