Derecho a la salud

Derecho a la salud

Cualquier reforma en materia de servicios sociales tiene que contemplar planes de orientación y concienciación de los ciudadanos.

Esta premisa es válida en todas las circunstancias, sobre todo si los servicios sometidos a reforma atañen a la calidad de vida de individuos y familias.

Sin embargo, en nuestro país se ha cometido el error de emprender reformas acerca de las cuales no se ha instruido debidamente a la sociedad que habría de recibir la mayor parte de los beneficios.

Y esa circunstancia ha obstaculizado la marcha de la reforma, debido a que quienes deberán beneficiarse de la misma no la comprenden en toda su dimensión.

 -II-

Estas circunstancias dan fundamento a la queja del doctor Gustavo Rojas Lara y el ingeniero Josué Ceballos, coordinadores general y técnico, respectivamente, de la Comisión Ejecutiva de Reforma del Sector Salud (CERSS).

La falta de conocimiento de los beneficiarios de esta reforma en cuanto a los límites de sus derechos en materia de salud y las posibilidades de lograr más y mejores reivindicaciones se ha constituido en uno de los obstáculos principales que ha tenido que enfrentar dicha iniciativa.

Es posible que esta falta de orientación, fundamental en todos los sentidos, ha impedido que la reforma del sector Salud genere los beneficios que merece la población.

Para tener acceso a los derechos hay que conocerlos primero que todo, y mal podrían reclamar los usuarios del sector Salud unos derechos que no conocen a fondo, porque nadie se ha tomado el trabajo de explicar sus alcances y la forma en que los beneficiarios pueden ampliarlos y mejorarlos.

-III-

Por razones que habría que indagar, esta misma deficiencia ha provocado que los beneficiarios de la Seguridad Social, que serían prácticamente todos los habitantes del país, no hayan hecho valer sus reclamos para la aplicación de sus beneficios.

Aún con la base jurídica que debe sustentar todas sus vertientes, la Seguridad Social sigue siendo una especie de utopía para un país que necesita mejorar y ampliar sus servicios sanitarios.

Las objeciones caprichosas de alguna parte del empresariado y la falta de una adecuada orientación ciudadana se han asociado para impedir que el régimen de Seguridad Social reemplace el obsoleto sistema mantenido a través del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS).

Hay que llegar a un estado de cosas que garantice que sean de dominio público los deberes y derechos consustanciales a estas reformas de orden social, a no ser que se pretenda que las mismas continúen en el limbo en que están, engrosando la lista de promesas incumplidas.

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