El 1 de octubre leí con mucho interés un breve artículo bajo el encabezado “Las Malvinas solidaridad latinoamericana” por el Señor Jesús María Hernandez S. Considerando que el artículo contenía varios errores importantes, les ofrezco a los lectores los siguientes comentarios puntuales.

No es correcto decir que la República Dominicana está “negociando límites marítimos con Gran Bretaña al norte de nuestra isla”. Lo correcto sería decir que en común con varios países, el país que yo represento en la República Dominicana ha solicitado, por canales diplomáticos, información sobre las razones que dieron lugar a la promulgación de la Ley 66-07 por medio de la cual la República Dominicana se declara como Estado archipelágico.

Tampoco es correcto decir que “en 1833 una nación no Americana ataca y se apodera de un territorio americano (Argentina, Las Malvinas).” La historia muestra que en 1765 el Comodoro Byron toma posesión de las Islas Falkland en nombre de la Corona Británica y un asentamiento inglés se establece en 1766. Esto es mucho antes de la existencia de Argentina como país. Lo que pasó en 1833 fue que el Reino Unido tuvo que terminar una ocupación ilegal por parte de algunos ciudadanos argentinos del territorio ya establecido y aceptado internacionalmente como territorio británico.

La siguiente mal interpretación que incluye el artículo es que “los problemas domésticos que Margaret Thatcher tenía en su gobierno” fueron “uno de los principales motivos” de la guerra de 1982. El único motivo de esa guerra fue la invasión armada por parte de la dictadura de la Junta Militar que gobernaba en Buenos Aires. Echar la culpa al gobierno de Mme. Thatcher por esa guerra es tan absurdo como echar la culpa por la Segunda Guerra Mundial a Polonia, o al gobierno de la República Dominicana por la invasión hacia la República Dominicana de las tropas del Emperador Soulouque en los años 1850.

El artículo dice que el Reino Unido ha negado sentarse en la mesa de las negociaciones. La verdad es que es imposible negociar sin que los mismos isleños lo soliciten. Vale la pena recordar que antes de la llegada de los Británicos no había ninguna población indígena, o de otra nación, establecida en las islas. El pueblo de las Falkland tiene raíces de muchos países, principalmente del Reino Unido. En ciertos casos hay familias que hoy en día pueden seguir su línea familiar hasta nueve generaciones. Este mismo año han votado en un referendo internacionalmente observado y han decidido mantener el estatus actual que hoy tienen las islas. La votación fue 99.8 por ciento a favor.

La referencia en el artículo al petróleo como factor que dificultará el tema de las Falkland no tiene mucho sentido. El Reino Unido siempre ha defendido el derecho de los isleños a la libertad, incluso décadas antes del descubrimiento de su valor y las maneras de aprovechar el petróleo.

Cambiar la soberanía de las islas a favor de la República Argentina sería tan impensable e ilógico como cambiar la soberanía de la República Dominica en el caso de que otro país pretendiera tomar posesión. Las Island Falkland pertenecen a los isleños tanto como la hermosa República Dominicana pertenece al digno pueblo dominicano. No se puede pensar en cambiarlo sin que los mismos habitantes lo quieran.

El autor es Embajador del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte