Nuestra meta como padres, como educadores, o simplemente como entes sociales, consiste en contribuir al óptimo desarrollo de la niñez y adolescencia, a la vez que intentamos fomentar el respeto de la sociedad dominicana hacia este sector tan vulnerable, a través de un esfuerzo multidisciplinario orientado a la investigación, capacitación y promoción de sus derechos, sobre la base de los criterios establecidos por la Convención de los Derechos del Niño – la cual fue ratificada en República Dominicana en 1991 – en vista de que es el marco legal más importante de apoyo para la garantía de los Derechos de la Niñez.

El 29 de septiembre de cada año se celebra en la República Dominicana el “Día Nacional de los Derechos de la Niñez”, fecha adecuada para reflexionar sobre la aplicación de esos derechos en niños, niñas y adolescentes en el país y principalmente en nuestros centros educativos. Este podría ser el momento ideal para reconocer la importancia de la niñez en nuestra sociedad, con la intención de crear conciencia sobre el valor de respetar, proteger y garantizar los derechos fundamentales de los infantes, permitiéndoles tener una vida digna. 

La celebración de este día es una oportunidad para resaltar y difundir la necesidad de una inmediata atención a nuestros niños/as, quienes en muchas oportunidades ven sus derechos irrespetados. Cada vez que un niño/a tiene que trabajar, le falta la educación o la salud por una u otra razón, o no es escuchado/a, estamos faltando a los derechos de seres indefensos.

Por tal razón el Comisionado de Apoyo a la Reforma y la Comisión para la Ejecución de la Justicia, con apoyo de UNICEF, ha desarrollado una serie de jornadas para capacitar educadores en torno a las directrices de la Ley 136-03 relacionadas al sector educativo.

Esta sería una substancial vereda para actualizar la formación infantil, perfeccionar su práctica y propiciar una reflexión a partir de la normativa internacional y nacional vigente a su favor, orientada hacia la construcción de una escuela de pensamiento crítico, productora de conocimientos innovadores, que respondan a las características y complejidades del país. Por tanto, la formación, los procesos de investigación y la prestación de servicios tienen como ejes transversales lo étnico, el género y la realidad socio-económica nacional.

Por ello, la nueva sociedad tiene esos mismos desafíos: una visión de la infancia desde la infancia, una conciencia plena de todos los derechos – que a su vez comprende sus deberes – y ver a la niñez y adolescencia como parte del desarrollo nacional, con políticas y acciones efectivamente pensadas en ese sector que es cerca del 35% de la población dominicana.