NUEVA YORK,  (AFP) – Los países deben atender los problemas migratorios con políticas que respeten los derechos humanos, dijo ayer un representante del Vaticano ante la Asamblea General de la ONU, en un discurso en el que pidió a los países suprimir el aborto y abolir la pena de muerte.

   «La Fe en la dignidad humana exige que los problemas migratorios se atiendan en el contexto de los derechos humanos, familiares e infantiles», dijo el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las relaciones con los Estados.    El emisario del papa reconoció el derecho de los gobiernos a combatir la inmigración ilegal pero dijo que «nadie puede justificar medidas que ponen en peligro las vidas u ofenden gravemente la dignidad humana y los derechos».