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La dermatitis por contacto es una reacción que ocurre después de que la piel se pone en contacto con diversas sustancias. El ochenta por ciento de estas reacciones son irritantes (p. ej. «manos de lavaplatos») y el 20% son reacciones alérgicas. Cuando la piel se pone en contacto con una sustancia alérgica, la reacción no es inmediata, comúnmente se inicia en uno a tres días y frecuentemente dura una semana o más.
La piel se pone roja, existe comezón , inflamación y frecuentemente ampollas. La reacción es más grave en el sitio de exposición pero puede ocurrir en otros sitios. Ni el líquido de las ampollas, ni el rascado del área diseminará la lesión.
Si bien los factores genéticos juegan un papel, no hay un modo de predecir quién va a desarrollar una dermatitis por contacto alérgica. Siete de cada diez personas podrían desarrollar dermatitis si se exponen a grandes cantidades de zumaque venenoso, roble o zumaque. Si existe un contacto breve, cinco de cada diez personas podrían experimentar una reacción. Los adultos son los más afectados por la dermatitis por contacto alérgica que los niños pequeños y los ancianos.
Sustancias que causan dermatitis por contacto
El zumaque venenoso es la causa más frecuente. Éste pertenece a una familia de plantas la cual incluye al roble venenoso y al zumaque. El zumaque venenoso suele crecer en la tierra pero también puede crecer como enredadera en los árboles. Una resina grasosa en las plantas llamada urushiol es la que causa la reacción. Esta resina puede permanecer en herramientas y ropa causando reacciones con el contacto posterior.
Otras plantas, metales, cosméticos y medicamentos también pueden causar reacciones. Se conocen casi 3.000 agentes químicos capaces de inducir dermatitis por contacto alérgica. Una persona puede desarrollar una alergia a un agente químico después de años de contacto.
¿Qué metales pueden causar dermatitis por contacto?
Níquel, cromo y mercurio son las causas mas comunes de dermatitis por contacto con metales.
El níquel puede ser encontrado en joyas de fantasía, hebillas de cinturones, pulseras extensibles de reloj, cremalleras, broches y ganchos en la ropa. Ya que la mayoría de los metales comerciales como el cromo contienen níquel es muy probable que el contacto con objetos cromados cause también reacciones en la piel de las personas sensibles al níquel.
