En el espacio de unos 10 días, he tenido el alto honor de ser invitado a tres conferencias relacionadas con los derrames cerebrales, denominación con la que son conocidos a nivel popular, los llamados Accidentes cerebrovasculares (ACV), frente a tres escenarios muy distintos en edades y forma de pensar. La primera, por la Asociación Internacional de Clubes de Leones, la segunda por el Grupo CLAHT (trombosis) y la tercera por la Fundación Dominicana de Accidente Cerebral (FUNDACE). Debo reconocer que las tres conferencias fueron experiencias muy gratas, que deseo compartir con mis amables lectores.
Por coordinación del directivo León el gran amigo Benito Olmo Contreras, en el salón de actos del Colegio Loyola y como parte de su programa ¨Conferencia de Otoño¨, bridamos una charla sobre el tema de los ACV ante una audiencia bastante madura y pintada en canas. En la oportunidad señalamos la importancia que en la tercera edad el chance de un evento de índole isquémico más que hemorrágico es lo común. Sabemos que se presentan más de 17 millones de ACV al año, donde el índice de mortalidad es unas 6.5 millones de muertes. Conversamos de la importancia de que en el examen médico general en esa generación del adulto mayor debe hacerse como mínimo dos veces al año, debe incluirse la valoración del cerebro y sus vasos nutrientes, pues solo nos acordamos del corazón, los riñones, el hígado, etc., y el pobre cerebro, el órgano rector, es olvidado en la valoración médica. Les enfaticé el control de tensión arterial, la diabetes, el fumar, las grasas en la sangre, etc. Al final recibí de ellos una bella placa donde reconocían mis aportes a la medicina dominicana y a la sociedad.
Con ocasión de conmemorarse el Día Mundial de la Trombosis la pasada semana se celebró en el aula 100 de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UASD, una actividad donde la mayoría de los presentes eran bioanalistas y hematólogos. En vista de ello, mi conferencia se perfiló hacia los aspectos trombóticos que dañan los vasos del cerebro y el corazón y cómo podemos evitarlos: con el ejercicio, una dieta sana y vida con menos estrés emocional y sin tristezas. La actividad en la que sentí nostalgia de volver a mi facultad. Esta actividad contó con el apoyo de la UASD, el Colegio Dominicano de Bioanalistas (CODOBIO) y el Grupo Cooperativo Latinoamericano de Hemostasias y Trombosis (CLAHT). Las palabras de bienvenida con el mensaje del grupo CLAHT, con su representante nacional, la destacada Licda. Lilian Khoury de Santana, quien agradeció la presencia del nutrido público presente en el acto.
La tercera conferencia fue impartida a un público joven, pues se llevó a cabo en el auditorio de la Universidad Católica, por invitación de la FUNDACE, en la persona de su presidente el valiente amigo periodista Féliz Vinicio Lora. Esta fundación está haciendo una loable labor en favor de la prevención de los derrames cerebrales, labor que es una especie de acción quijotesca, eso así pues necesitan más ayuda. Ante el público universitario joven les enfaticé que el fumar (más de uno de cada 10 ACV en jóvenes tienen relación con el tabaco o la hookah), el exceso de alcohol, todas las drogas, las pastillas estimulantes sexuales, la vida desordenada, el no chequeo médico anual con énfasis en la tensión arterial, válvulas y paredes cardíacas, aun no haya síntomas, son factores que a ese segmento poblacional (personas jóvenes) provoca que cada vez con más frecuencia veamos los ACV en las mismas. Al final recibí una hermosísima placa, que me honra por la labor de difusión que hacemos en este campo y los 40 años de ejercicio honroso en la medicina. Gracias del alma a todos ellos y continuemos todos evitando esas tragedias que matan o invalidan.