Derroche de Gastos 2012, Presupuesto Espumoso 2013

Derroche de Gastos 2012, Presupuesto Espumoso 2013

El reciente informe sobre nuestra economía publicado por el Banco Central a sept/2012 confirma derroche de gastos gubernamentales, excesivos y superfluos: Se incrementaron RD$118000 millones, 48% en apenas 9 meses, con relación al 2011.

El gobierno ha postulado un presupuesto espumoso por contener faltante de RD$140000 millones equivalente al 27% de gastos; significando que más de la cuarta parte de éstos carecen de ingresos que los sustenten.

De anualizar los gastos derrochados para todo el 2012 se alcanzaría un nivel superior al faltante del espumoso presupuesto 2013, lo que implica perder la oportunidad para disciplinarnos fiscalmente mediante eliminación de gastos excesivos y superfluos incurridos mayoritariamente por la pasada gestión durante las ¾ partes del año transcurriendo.

El no hacerlo deja la sensación de haberse dejado arrastrar por el protocolo rutinario de formulación presupuestaria o por no resistir tentaciones propias del ejercicio del poder. Y la falta de firmeza para  imponer disciplina más severa o para encarar el nocivo influjo exógeno que hemos estado sometido durante los últimos años.

Corriendo así, riesgos perjudiciales para la nación. Partiendo del incumplimiento de propósitos y compromisos sociales, como el popularizado 4% del PBI para la educación; o administrar finanzas públicas con gastos fijos consagrados por ley frente a ingresos insuficientes para financiarlos, impulsando la recurrencia a fuentes extraordinarias de recursos frecuentemente perjudiciales bajo circunstancias y  consecuencias actuales  no halagüeñas.

Tal es el caso de los bonos anunciados por US$1500 millones que solo cubrirían menos de la mitad del faltante dolarizado (US$3500 millones): Encontrarán el valladar internacional de la amonestación del FMI conducente a disminuir en un 9% del PBI el endeudamiento público. Y de colocarse, sería a costos elevados para cubrir riesgos del divulgado déficit que sufrimos y disminuiría, más de lo que ya está, la capacidad de utilización socioeconómica de las recaudaciones por parte del  reciente gobierno.

El FMI también ha criticado que nuestra banca privada  financia al gobierno en lugar de prestar dinero a productores privados de bienes y servicios, advertencia que, junto al gravamen recién impuesto, puede disminuir el financiamiento doméstico al Estado.

Otras fuentes tienen peores repercusiones: Un mayor uso que el anunciado de Fondos de Pensiones, replantearía la re-estatización de la seguridad social.

La forzosa suspensión del mecanismo de devolución de impuestos previamente pagados, fortalecido en la reciente “reforma tributaria”, implicaría en los hechos un corralito tributario.

Cualquier forma de emisión inorgánica atenta contra estabilidad cambiaria.

Todos esos riesgos derivados del espumoso presupuesto anunciado pueden evitarse eliminando más drásticamente derroches incurridos durante el presente año en obras superfluas, subsidios improductivos, intereses bancarios y burocracia.

Ojalá todavía haya oportunidad para ello.

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