Derrota de Macri genera preocupación sobre el peso

Derrota de Macri genera preocupación sobre el peso

Aunque las elecciones presidenciales de Argentina se celebrarán en octubre, la derrota del presidente Mauricio Macri por un amplio margen en las elecciones primarias celebradas la semana pasada, ha generado preocupaciones sobre el futuro del peso, moneda nacional, que se depreció con fuerza tras conocerse los resultados electorales, al entender los mercados que un nuevo gobierno puede rescatar medidas de corte populista –como congelar tarifas de los servicios– y deshacer la apertura internacional.
El 12 de agosto de 2019, el peso argentino perdió en un día 25% de su valor.

Ante esa situación muchos abogan por intervenir con más reservas del Banco Central en el mercado de divisas y estabilizar la moneda para mitigar su pérdida de valor, algo que históricamente ha golpeado a los argentinos.
A pesar de que al inicio el gobierno de Macri generó expectativas positivas en los mercados con su anunciado plan de reformas, éstas se han quedado a medias y no han dado los resultados esperados.
Luego de una significativa derrota en las primarias del 11 de agosto, Mauricio Macri dio una conferencia de prensa en la que aceptó que recibió el voto castigo por la crisis económica pero se desligó de ser causante de la respuesta de los mercados, que reaccionaron negativamente ante las grandes probabilidades de un regreso al poder del peronismo.
La fórmula del Frente de Todos, encabezada por Alberto Fernández y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) obtuvo más del 47% del padrón, mientras que Juntos por el Cambio, del presidente Macri y su compañero Miguel Ángel Pichetto, consiguió 32%.
El efecto reactivo fue más grande de lo esperado ya que ninguna encuesta anticipó una diferencia de 15 puntos y porque el viernes anterior las acciones nacionales habían cerrado al alza ante un pronóstico optimista. Otra vez, las expectativas estuvieron lejos de la realidad.

Aunque se aplicaron algunas reformas muy polémicas al inicio de mandato, como dejar de subsidiar servicios –luz, gas– y el recorte de funcionarios, siguen pendientes las del ámbito laboral, fiscal y en la Seguridad Social, se coincide.
Macri tampoco ha conseguido atajar la inflación, del 54% según la última medición. Una cuestión que prometió liquidar pero que le ha sobrepasado, se concuerda.
Con el agravante de que las reformas que han llegado han perjudicado a parte de sus votantes. La clase media, que lo aupó al poder, no lo ha vuelto a apoyar. “Macri, consciente, les ha hecho un guiño con medidas, como la supresión del IVA en productos básicos, menores retenciones en los salarios o la congelación del precio de los carburantes”, publica el diario español La Vanguardia.
“Más allá de recaídas económicas cíclicas, “el problema es el sistema político y social, que no premia a quien aplica decisiones difíciles, que a corto plazo tienen costes pero a largo, beneficios”, agrega.
Argentina es un país que vive inmerso en un clima de crisis, existe la sensación instalada de inevitabilidad y desasosiego, una falta de confianza que ya es parte de la cultura local, una resignación que tiene su espejo en una moneda endeble y una macroeconomía inestable, directamente afectado por la incertidumbre política.

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